
Finalizó en Tanti, provincia de Córdoba, la XX Asamblea Federal y el XVI Encuentro Nacional de Cáritas Argentina, que se realizó del 13 al 15 de agosto con la participación de más de 500 representantes de todas las comunidades del país, quienes renovaron su compromiso de servicio solidario. Animados por el lema “Somos Cáritas, misión y servicio”, directivos y voluntarios, laicos y consagrados, jóvenes y adultos compartieron intensas jornadas de reflexión, intercambio de experiencias, oración y convivencia fraterna.
En la Asamblea Federal, que por estatuto se realiza cada 3 años con la participación de todas las autoridades nacionales y diocesanas, se presentaron las acciones realizadas en el último período y se abordaron temas de interés para la vida institucional.
El Encuentro Nacional convocó a todos los agentes de Cáritas, diocesanos y parroquiales, para intercambiar experiencias, reflexionar sobre cuestiones relacionadas con la misión y compartir momentos de oración y comunión fraterna. El encuentro es la culminación de un proceso de preparación y discernimiento llamado “Caminata Institucional” que fue llevado adelante, desde hace más de un año, por todas las comunidades de Cáritas del país.
Este año el Encuentro contó con la participación especial de Aloysius John, secretario general de Cáritas Internationalis (CI) y del p. Francisco Hernández Rojas, Coordinador Regional del Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Cáritas (SELACC). En la apertura del Encuentro Aloysius John dijo: “pude ver cómo a nivel local Cáritas está transformando la vida de las personas, permitiéndoles vivir con mayor dignidad, a través de la misión social emprendida con un espíritu de cuidado pastoral, comenzando desde el centro, el nivel parroquial”.
El Obispo de Quilmes y Presidente de Cáritas Argentina, Carlos Tissera, en la homilía del día domingo 14 de agosto sostuvo que “[la pandemia] nos hizo más humildes y a la vez nos regaló la alegría de servir. Nos santificó, y nos hizo ver que hay muchos santos caminando con nosotros (…). El fuego de amor enardeció y transformó una cantidad inmensa de corazones de hombres y mujeres, entre ellos muchos jóvenes que, en lugar de quedarse en la queja paralizante, se preguntaron qué podían hacer de bueno por los demás”.
El Encuentro fue muy bien valorado por todos los presentes, porque permitió el intercambio de comunidades y voluntarios procedentes de realidades muy diversas, fortaleciendo la mística que anima la misión y abriendo la mirada a nuevos horizontes de trabajo.
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