30 de Julio: Día Internacional CONTRA la TRATA de PERSONAS

las hermanas sonrientes con su identificacion y detras cartel del congreso
Hermanas Carmen Ugarte y Ana María Vilca, representantes de Talitha Kum en el VII Congreso Latinoamericano y Caribeño sobre la Trata de Personas y Tráfico de Migrantes (México, julio de 2022).

Cada 30 de julio se conmemora el Día Mundial Contra la Trata de Personas, con los objetivos de concientizar sobre la situación de las víctimas y, promocionar y proteger sus derechos. La trata de personas consiste, -a través del engaño, el secuestro, el fraude, abuso de poder o de una posición de vulnerabilidad- en comprar y vender a personas por grandes sumas económicas, con el fin de explotarlas para trabajo o servicios forzados, esclavitud o prácticas similares a la esclavitud, matrimonios forzosos, siendo la explotación sexual la más frecuente. (Recomendamos la ponencia del Dr. Pablo Guerra, para la Red Kawsay, publicada por Umbrales en febrero de 2021).

Según la Organización de las Naciones Unidas, “Las mujeres representan el 49% y las niñas el 23% de todas las víctimas de la trata. La explotación sexual es la forma más común de explotación (59%) seguida del trabajo forzado (34%)”.
Para el papa Francisco, la trata es un “crimen contra la humanidad”, que “desfigura la humanidad de la víctima, ofendiendo su libertad y dignidad”; y, al mismo tiempo, “deshumaniza a quienes la llevan a cabo, negándoles el acceso a la vida en abundancia”.

Los que cometen el delito de trata son hombres y mujeres que se aprovechan de las situaciones de pobreza, falta de oportunidades, desastres naturales, guerras y otras circunstancias, para engañar a niños, niñas o personas adultas y venderlas para su explotación. Acerca de la responsabilidad social compartida, el Papa dice claramente: “No podemos hacernos los distraídos: todos estamos llamados a salir de cualquier forma de hipocresía, afrontando la realidad de que somos parte del problema. El problema no está en la vereda de enfrente: me involucra. No nos está permitido mirar hacia otra parte y declarar nuestra ignorancia o nuestra inocencia”.

A nivel internacional, la captación de las víctimas se da en dos fuentes principales: por un lado, las crisis migratorias son aprovechadas por las redes delictivas para actuar contra las personas más vulnerables. La otra fuente de captación es por medio de las redes sociales: sobre todo en la última década se ha dado un incremento de los delitos de trata, a través de esas redes.
“Por desgracia, las formas modernas de esclavitud siguen extendiéndose, incluso en las zonas más desarrolladas del mundo. Espero que la lucha contra la trata de personas también tenga más en cuenta una serie de realidades más amplias, como el uso responsable de la tecnología y las redes sociales y la necesidad de una visión ética renovada de la vida política, económica y social, centrada no en el beneficio sino en las personas”, advirtió Francisco el pasado mes de mayo.

El rol de Talitha Kum

El movimiento Talitha Kum -fundado en 2009 por la Unión Internacional de Superioras Religiosas- lucha contra las nuevas esclavitudes del siglo XXI, e involucra internacionalmente a representantes de la Vida Consagrada contra la Trata de Personas.

De su reporte latinoamericano, correspondiente al pasado año 2021, leemos:

En el contexto latinoamericano podemos encontrar pobreza, violencia estructural, corrupción, autoritarismo, populismo, narcotráfico, crimen organizado, dificultades de desarrollo y una grave situación económica de inflación, extorsión, desempleo y deuda. Este es un denominador común en todo el continente que fomenta el delito de la trata de personas. Constantemente las personas se ven obligadas a emigrar en busca de nuevos horizontes, sin saber que por el camino serán presa fácil de la explotación en sus diversas formas y se verán privadas de sus derechos humanos. Con la pandemia, estas realidades han aumentado aún más. A pesar de la existencia de leyes para combatir el delito de tráfico de personas, las autoridades no se esfuerzan lo suficiente por erradicarlo. Todo esto lleva a la destrucción del ser humano.


En este contexto, las Redes de Vida Consagrada de Talitha Kum se comprometen a construir una sociedad sin trata de personas a nivel local y continental. El objetivo principal es lograr una mejor articulación entre la Iglesia, la Vida Consagrada, las organizaciones y la sociedad civil, y promover la dignidad, la justicia y la solidaridad, especialmente con las víctimas que son en su mayoría mujeres, jóvenes, niñas y niños.
Asimismo, sentimos el compromiso de formar a más personas.


Las redes también forman parte de la Comisión contra la Trata de Personas de la CLAR (Conferencia Latinoamericana de Religiosos).
Estamos colaborando con las redes de los países del hemisferio occidental, que incluyen las redes de Estados Unidos y Canadá, y con la Red Clamor. La intención es fortalecer nuestros esfuerzos como Iglesia en comunión y traducirlos en buenas prácticas a favor de nuestros hermanos y hermanas más vulnerables.

Nuestras acciones de incidencia política en 2021 tuvieron lugar tanto en línea como progresivamente de forma presencial en diversos centros educativos: colegios, institutos, universidades y parroquias. Prestamos apoyo y asistencia, en particular a las mujeres víctimas de explotación sexual, y acompañamos a las víctimas y supervivientes de la trata.
Durante 2021, promovimos y participamos en talleres, reuniones, campañas, espacios de oración y algunas celebraciones ecuménicas, así como en entrevistas, programas de radio y televisión, medios de comunicación social, conferencias, seminarios web, conversaciones con supervivientes y la elaboración de diferentes materiales de formación.
Organizamos y participamos en celebraciones y actividades especiales como el 8 de febrero (Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas), el 30 de julio (Día Mundial contra la Trata de Personas) y el 23 de septiembre (Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Mujeres y Niños).


Invitamos constantemente a las congregaciones religiosas y a los laicos a unirse a nuestras redes. Actualmente, estamos empezando a fomentar la participación de los jóvenes como embajadores o colaboradores de Talitha Kum. Esto es esencial para responder a las nuevas realidades emergentes y a los retos a los que nos enfrentamos, como la creación de refugios para las víctimas y acciones de incidencia política en las redes sociales.