CANADÁ: las DISCULPAS PAPALES

“Cuando los colonos europeos llegaron aquí por primera vez, hubo una gran oportunidad de desarrollar un encuentro fecundo entre las culturas, las tradiciones y la espiritualidad. Pero en gran parte, esto no sucedió”.

En el marco de su encuentro con las poblaciones indígenas First Nations («Primeras Naciones»), Métis (mestizos) e Inuit en Maskwacis, Canadá y en su discurso del pasado lunes 25 de Julio, en una antigua escuela al sur de Edmonton, Alberta, el papa Francisco pidió disculpas y se declaró “profundamente dolido” por las acciones de muchos en apoyo de “la mentalidad colonizadora de las potencias que oprimieron a los pueblos indígenas”. Los abusos y las muertes en las escuelas de asimilación cultural promovidas por el gobierno y manejadas por las iglesias anglicana y católica dejaron una marca imborrable en las comunidades. Durante varias décadas se trató de despojar a los niños y niñas indígenas de su cultura, lo que traumatizó a varias generaciones.

“Yo mismo quiero reafirmar esto, con vergüenza y sin ambigüedades: Pido perdón humildemente por el mal que tantos cristianos cometieron contra los pueblos indígenas”, dijo Francisco, que luego expresó su pesar por la marginación, la denigración y la opresión sistemática de las pueblos, las lenguas y las culturas indígenas en los internados; por los “abusos físicos, verbales, psicológicos y espirituales” que sufrieron los niños tras ser apartados de pequeños de sus hogares, y por la distorsión de sus relaciones familiares a consecuencia de ello.

Enseguida se conocieron reacciones de integrantes de los pueblos indígenas, por ejemplo, Phil Fontaine (sobreviviente de los abusos y expresidente de la Asamblea de las Primeras Naciones) dijo: “Fue un logro por parte de la comunidad indígena convencer al papa Francisco para que viniese a una comunidad de las Primeras Naciones y se inclinase ante los sobrevivientes como hizo hoy. Ha sido especial. Y sé que esto significó mucho para mucha gente. Y cada vez que decía la palabra ‘perdón’, la gente comenzaba a aplaudir”.

Desmond Bull, jefe de la tribu Louis Bull dijo: “Puede que todos necesitemos tiempo para asimilar totalmente la gravedad de este momento… Si quieren ayudarnos a sanar, dejen de decirnos que lo superemos… No podemos superarlo cuando el trauma intergeneracional afecta a cada joven y cada miembro, a cada familia con sobrevivientes de los internados. En lugar de pedir superarlo, les pido que se pongan a trabajar, que aprendan sobre nuestra historia, sobre nuestra cultura, sobre nuestro pueblo, sobre quiénes somos”.

En tono crítico, Evelyn Korkmaz (sobreviviente de los internados) durante una conferencia de prensa, declaró: “He esperado 50 años por esta disculpa y hoy por fin la he escuchado”. Pero añadió: “esperaba escuchar algún tipo de plan de trabajo” sobre la forma en la que la Iglesia devolverá los documentos y tomará acciones concretas.

El jefe de la nación Samson Cree, Vernon Saddleback, dijo sobre el pedido de perdón del papa: “Hay muchos sobrevivientes y personas que prosperan en mi comunidad que se alegran de que el papa haya venido a pedir perdón. No hay palabras que describan lo importante que es el día de hoy en el camino a la sanación de muchas personas de las Primeras Naciones… La disculpa del Papa es un día para que todo el mundo se siente y escuche”.