
Los familiares de un sacerdote de la diócesis de Versalles, que recientemente se suicidó, lanzaron recientemente un colectivo con el objetivo de «recoger testimonios sobre el abuso de poder en la Iglesia» y para aportar soluciones. «Queremos recoger testimonios sobre todo tipo de abuso de poder y encontrar soluciones positivas y caminos de mejora, para que la Iglesia crezca», dijo Nicolás Jourdier, amigo del sacerdote fallecido.
En el lanzamiento en París, al que asistieron un centenar de personas, y deseando que la situación de su amigo “no se vuelva a repetir”, se indicó que la iniciativa tratará de ver “cómo ayudar a un obispado a luchar contra el acoso de uno de sus sacerdotes”.
François de Foucauld, de 50 años, ex párroco de Bois-d’Arcy (Yvelines), se suicidó la noche del 30 de junio pasado. No se encontró ningún documento que hiciera referencia a su suicidio. El p. de Foucauld había publicado en diciembre una columna en el diario La Croix criticando el abuso de poder en la Iglesia y los mecanismos establecidos, considerando que «la coacción del silencio en la Iglesia ya no es aceptable» y pidiendo «libertad de discurso».
Ahora, el objetivo de Nicolas Jourdier es crear un colectivo o una asociación, inspirado en el trabajo realizado por «La Palabra Liberada» sobre la pedofilia en la Iglesia.
Una página de Facebook ya ha reunido a 1.300 personas desde principios de mes. Nicolas Jourdier mencionó la idea, a mediano plazo, de presentar “cuatro o cinco grandes propuestas” a la Conferencia Episcopal de Francia. Buscar ayuda fuera de la Iglesia para diagnosticar abusos de poder o encontrar profesionales de la escucha, establecer lugares de escucha, crear un «organismo nacional para realizar auditorías» en diócesis y congregaciones religiosas, crear «una unión de clérigos», encontrar «lugares de regulación”, fueron todas las propuestas lanzadas por los participantes en la reunión.
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