“Jesucristo se hizo pobre por ustedes”
(lema para 2022)

Recientemente Francisco publicó su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres del 13 de noviembre, denunciando (por la guerra en Ucrania) «la directa intervención de una ‘superpotencia’, que pretende imponer su voluntad contra el principio de autodeterminación de los pueblos», y aclarando: “Frente a los pobres no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose directamente, sin delegar en nadie”.
El Papa hizo un llamado al mundo, y a los políticos en particular, para que se pongan “manos a la obra” en la ayuda a los pobres, que dejen de hacer “retórica” y se dejen de lado los comportamientos “asistencialistas”.
“Por lo tanto, no se trata de tener un comportamiento asistencialista hacia los pobres, como suele suceder; es necesario, en cambio, hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario. No es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído”, agregó Francisco.
En referencia al conflicto bélico en Ucrania, iniciado hace más de 100 días, el Papa dijo: “la guerra en Ucrania vino a agregarse a las guerras regionales que en estos años están trayendo muerte y destrucción”. Agregando: “Pero aquí el cuadro se presenta más complejo por la directa intervención de una “superpotencia”, que pretende imponer su voluntad contra el principio de autodeterminación de los pueblos. Se repiten escenas de trágica memoria y una vez más el chantaje recíproco de algunos poderosos acalla la voz de la humanidad que invoca La Paz”.
“¡Cuántos pobres genera la insensatez de la guerra! Dondequiera que se mire, se constata cómo la violencia afecta a los indefensos y a los más débiles”, dijo el Papa, explicando algunas consecuencias concretas: “Deportación de miles de personas, especialmente niños y niñas, para desarraigarlos e imponerles otra identidad”.
Como una luz en medio de la guerra, recordó Francisco: “Pienso en este momento en la disponibilidad que, en los últimos años, ha movido a enteras poblaciones a abrir las puertas para acoger millones de refugiados de las guerras en Oriente Medio, en África central y ahora en Ucrania… las familias han abierto de par en par sus casas para hacer espacio a otras familias, y las comunidades han recibido con generosidad tantas mujeres y niños para ofrecerles la debida dignidad. Sin embargo, mientras más dura el conflicto, más se agravan sus consecuencias”.
“A los pueblos que acogen les resulta cada vez más difícil dar continuidad a la ayuda; las familias y las comunidades empiezan a sentir el peso de una situación que va más allá de la emergencia. Este es el momento de no ceder y de renovar la motivación inicial. Lo que hemos comenzado necesita ser llevado a cumplimiento con la misma responsabilidad”, finalizó Francisco en su mensaje.
Debe estar conectado para enviar un comentario.