“Nuestros corazones están apesadumbrados”, tuiteó el gobernador de Ondo, Rotimi Akeredolu, “Nuestra paz y tranquilidad han sido atacadas por los enemigos del pueblo”.
Nigeria tiene problemas de seguridad como ataques de bandidos y secuestros masivos para pedir rescates, sobre todo en el centro y noroeste del país. Pero Ondo es ampliamente conocido como uno de los estados más pacíficos, haciendo de este incidente un caso raro.
Últimamente, Ondo se ha visto envuelto en un creciente conflicto violento entre agricultores y pastores. También, el sureste del país ha sido recientemente escenario de graves secuestros y asesinatos. Las autoridades atribuyen estos crímenes a los separatistas del Pueblo Indígena de Biafra, un grupo que aboga por la independencia.
A esta inseguridad se suma la violencia yihadista, presente desde 2009 en el noreste del país, causada por el grupo Boko Haram y desde 2015 su facción ISWAP (Estado Islámico en la Provincia de África Occidental).
El p. Augustine Ikwu, dijo del incidente: «Es muy triste que mientras se desarrollaba la Santa Misa, hombres armados desconocidos atacaron la Iglesia Católica de San Francisco… dejando muchos muertos y muchos heridos y la Iglesia violada».
El papa Francisco supo del ataque durante la celebración de Pentecostés. «Mientras se aclaran los detalles del incidente, el papa Francisco reza por las víctimas y por el país, dolorosamente afectado en un momento de celebración, y encomienda a ambos al Señor, para que envíe su Espíritu a consolarlos», se expresó en un comunicado.
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