
Luego de las elecciones presidenciales del pasado Domingo, Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Presidente de la Conferencia Episcopal, saludó a los triunfadores: “Al Presidente electo, Gustavo Petro; a la Vicepresidente, Francia Márquez, les auguramos todos los colombianos y nosotros como Iglesia los mejores éxitos, que tengan la sabiduría de Dios para conducir los destinos de la historia de Colombia”. Rueda Aparicio le manifestó al Presidente electo que, “de parte de la Iglesia, estamos dispuestos a seguir trabajando, a seguir luchando por la paz, por la reconciliación y por la fraternidad de todos los colombianos”.
En su mensaje, enviado a través de las redes sociales, Rueda Aparicio también felicitó a todo el pueblo colombiano por su responsabilidad democrática en esta jornada electoral. “Hemos terminado esta jornada electoral y quiero saludar a todas las familias de Colombia, a todo el pueblo colombiano, reconocer que hemos hecho un esfuerzo democrático mostrando la responsabilidad y la madurez y el amor por Colombia”. Dijo que: “hay muchas cosas para corregir en una campaña como la que acabamos de vivir, hemos tenido aprendizajes y cosas que no se deben repetir. Pero también es importante que miremos el presente y el futuro de Colombia, sigamos luchando, trabajando por la vida, por la paz, por el desarrollo humano integral”.
En su primer discurso como presidente, Gustavo Petro hizo un llamamiento a la unidad del país para un cambio real: “No traicionemos a ese electorado que le gritó al país y a la historia que hoy Colombia está cambiando, Colombia es otra”. Petro había basado su campaña en conceptos como la paz, el desarrollo, la equidad social, las energías renovables, la atención sanitaria para todos.
La vicepresidenta (primera mujer en la historia colombiana) será Francia Márquez, abogada de derechos civiles y activista negra.
Los triunfadores obtuvieron cerca del 50,6% de los votos, mientras que el aspirante Rodolfo Hernández obtuvo un 47%.
“Gracias Francia Márquez por hacer realidad que una mujer como tú -a los que tantos tienen recelo por ser negra, ser lideresa, ser valiente- ocupe este segundo cargo de la nación, rompiendo el techo para las mujeres pobres, negras, del pueblo. Desde tu maravillosa votación en las consultas nos has mostrado que existe esta porción de pueblo que levanta la voz y es capaz de encargarse de liderar el rumbo del país por la senda de la vida, vida que has defendido con el compromiso de tu propia vida.
Gracias Gustavo Petro por no haberte cansado a pesar de tanta oposición. Tu vida vale la pena ¡y sin duda! Como dijo algún periodista o comentador, has sabido interpretar el sentir del pueblo y merecías ser nuestro presidente. Tus primeras palabras, después de este triunfo, son las que necesitamos: una política del diálogo, del amor, de la reconciliación, de la paz y, sobre todo, abrir las puertas del cambio”.
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