
El pasado mes de marzo se había retirado la confianza al Nuncio Waldemar Sommertag, imponiéndole la salida inmediata del país. Ahora diversos sacerdotes denuncian acoso y persecución por parte de la policía del régimen autoritario de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Es el caso de Rolando Álvarez, obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador de la diócesis de Estelí y el sacerdote Harvy Padilla de la parroquia San Juan Bautista de la ciudad de Masaya.
En un reciente comunicado firmado por más de ochenta organizaciones de muy diversas características y procedencia (organizaciones de la sociedad civil, movimientos religiosos de base, personas creyentes y no creyentes solidarias) se denuncia la situación de vulneración de los derechos humanos que vive toda la población, especialmente las personas presas políticas que se encuentran en la Dirección de Auxilio Judicial, popularmente conocida como El Chipote. Se denuncia también la indefensión en la que se encuentran esas 180 personas, al ser condenadas en juicios que no cumplen con ninguna garantía jurídica. Condenas que no solo afectan a la persona presa, sino también a familia de las mismas, llevando al exilio a muchas de ellas para poder denunciar esta situación.
El comunicado pide a la comunidad internacional a mantener la presión al régimen, para lograr una salida cívica y pacífica al conflicto.
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