La ONU advirtió que hasta 18 millones de personas en la región del Sahel (en la que se encuentra Chad), se enfrentarán a una severa inseguridad alimentaria en los próximos tres meses. Se estima que en 2022 alrededor de 1.67 millones de niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda en Chad.
La República de Chad ha declarado una emergencia alimentaria, solicitando ayuda humanitaria para las poblaciones identificadas en “fase de crisis” y “fase de urgencia”, según se recoge en un decreto gubernamental: “Tras el constante deterioro de la situación alimentaria y nutricional constatado este año y ante el riesgo creciente de que la población se encuentre en peligro si no se proporciona asistencia humanitaria (…) este decreto declara la emergencia alimentaria y recurre a la asistencia humanitaria de emergencia definida en el Plan Nacional de Respuesta”, indica el documento.
Se espera que en 2022 haya “un marcado deterioro de la situación nutricional”, con dos provincias y 17 departamentos en fase de crisis agua de alimentos y medios de subsistencia y tres provincias y 12 departamentos en situación de emergencia humanitaria.
David Beasley, director del Programa Mundial de Alimentos (PAM), , declaró hace poco que “el número de personas al borde de la inanición en el Sahel se ha multiplicado casi por diez en los últimos tres años y los desplazamientos de población se han incrementado en casi un 400 % mientras la región enfrenta su peor crisis alimentaria en más de una década”.
En este sentido, el PAM advirtió que esta región está experimentando actualmente uno de sus períodos más secos desde 2011. La crisis actual se encuentra agravada debido al aumento de la pobreza tras la pandemia de COVID-19 y el aumento del costo de los alimentos debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
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