El Foro Económico Mundial de Davos de este año está dominado por el cambio en la política de seguridad y defensa de Europa y el impacto global de la guerra en el suministro de energía y alimentos. La alianza internacional «Global Solidarity Fund» (GSF) ha invitado a destacados representantes de la comunidad católica a participar en el Foro, que comenzó el pasado domingo 22 de mayo en Suiza.
Durante las charlas “se presentarán estrategias de eficacia comprobada para la inclusión social de los más vulnerables y se compartirán las lecciones aprendidas. Se trata de garantizar que la recuperación mundial beneficie a todas las personas en todos los sectores”, subrayó la alianza GSF en un comunicado. Hoy lunes 23 de mayo se celebrará una mesa redonda sobre el «liderazgo valiente», mientras que mañana martes 24 se debatirá sobre la creación de empleo para migrantes y refugiados: ambas iniciativas forman parte de la asociación denominada «Goal 17» de Davos y representan la culminación de la participación del GSF en Davos.
El Fondo Mundial de Solidaridad se considera una alianza única en su género: inspirada en la ambiciosa visión del papa Francisco, promueve asociaciones en favor de las personas más frágiles entre los sectores privado y de desarrollo, y las comunidades católicas; se centra en el empoderamiento de los más vulnerables, en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible; y sus objetivos están en consonancia con la misión, los valores y las enseñanzas sociales de la Iglesia católica.
Debe estar conectado para enviar un comentario.