ARGENTINA: POLÉMICA en IGLESIA de SALTA

fieles de todas las edades en procesión. llevan camisas blancas y pañuelo celeste. al frente, algunos llevan al hombro la estatua de la virgen.
Fieles de la Virgen del Cerro, juntos para rezar el Rosario.

La Congregación Vaticana para los Institutos de Vida Consagrada emitió una serie de instrucciones para las Carmelitas Descalzas del monasterio de San Bernardo en Salta sobre la cuestión de la devoción a la Virgen del Cerro, que ellas promueven sin la autorización del arzobispo Mario Cargnello.

Según el dicasterio vaticano “la comunidad de las Hermanas está obligada a la estricta observancia de la clausura sin involucrarse de ninguna manera en actividades pastorales y prácticas religiosas no autorizadas por el obispo local”.
El comunicado lamenta la actividad de las monjas que actúan contra la voluntad del obispo y sus sacerdotes, llevando a una división de la comunidad local y a conflictos. “Corresponde al obispo del lugar y por su intermedio a la Congregación competente de la Santa Sede discernir la veracidad de dichas apariciones y autorizar la práctica de la veneración en ese contexto”.
Pide un manejo transparente de los fondos que ingresan al monasterio y un diálogo permanente con el obispo. Esta postura del Vaticano se basa sobre los informes de los visitadores apostólicos que ya estuvieron en Salta.

La polémica es sobre las supuestas apariciones de la Virgen María y de Cristo a la señora María Livia Galiano de Obeid que comenzaron en 1990 y continúan hasta el día de hoy, atrayendo masivas peregrinaciones. La señora Maria Livia empezó a imponer las manos y a dirigir el rosario y las oraciones en un cerro en las afueras de la capital.
Las religiosas le dieron soporte jurídico a estas manifestaciones, a pesar de la desautorización desde el comienzo por parte del arzobispos y lo sacerdotes. Pero el 12 de abril tres Hermanitas Descalzas presentaron una denuncia a la Justicia contra el arzobispo Cargnello por violencia de género física, psicológica y económica suscitando, quizás manipuladas, un movimiento feminista de apoyo. La superiora del monasterio, hermana Claudia Zerda, dijo que recurrieron a la Justicia “por agravios y amedrentamientos que vienen sufriendo las religiosas desde hace años” por parte del obispo. El clero salteño sin embargo expresó públicamente su apoyo al arzobispo, lamentando “la unidad dañada”.