FRANCISCO: “GUERRA CRUEL e INSENSATA”

el papa francisco imparte la bendicion desde el balcon
A la ciudad y al mundo (la bendición papal).

El papa Francisco en esta Pascua habló de la guerra en Ucrania como de una guerra “cruel e insensata”. Invitó a todos los cristianos a que aprendamos “a elaborar planes de paz, a llevar a los adversarios a darse la mano y el perdón mutuo, a desarmar la mano del hermano contra el hermano para que donde se dio el odio vuelva la concordia”.

Francisco envió al cardenal polaco Konrad Krajewski a Kiev para que acompañara a los católicos durante la Semana Santa. El cardenal encabezó el Vía Crucis en Bucha y Borodianja; una de las estaciones fue ante una fosa común de 80 personas sepultadas sin nombre y apellido.
El día de Pascua el Papa proclamó la resurrección de Jesús (“Cristo ha resucitado”), en idioma ucraniano. Francisco, acusado por algunos de “silencio”, habló de esta guerra un promedio de cuatro veces por semana desde que empezó la guerra el 24 de febrero. No ha hablado de Putin, como Juan Pablo II no había hablado de Bush en la guerra de Irak.

Escribe Marco Politi: “El Papa teme que esta guerra se prolongue con más sufrimiento para las poblaciones y se transforme en un conflicto entre Estados Unidos (con la NATO que sigue armando a Ucrania) y la Rusia, poniendo en peligro al mundo entero. El Papa tiene como objetivo el cese del fuego y una paz justa. Hablar de “genocidio” es exagerado e insostenible (según la ONU las víctimas civiles son hasta ahora 1964). Es un error querer la derrota total de Rusia, porque una Rusia acorralada sería muy peligrosa y generaría una mayor solidaridad antioccidental. Hay que evitar una nueva guerra fría entre occidente y el eje China-Rusia, lo que sería catastrófico. El Papa no quiere ser el capellán militar de occidente”.
Politi cita la revista de los jesuitas “Civiltá Cattolica» que dice: “No hay que buscar hacer de Rusia un país debilitado y humillado, como un estado paria; sería repetir el error de Versalles con los alemanes derrotados. Se equivocan los teóricos que aseguran que la Rusia sin Putin sería una nación democrática filo-occidental. Esto no sucederá, por los menos a corto plazo”.