UCRANIA: REACCIÓN de las IGLESIAS

el papa exhibe una bandera ucraniana en mal estado, un ayudante le sostiene el microfono
“Esta bandera viene de la guerra, precisamente de la ciudad martirizada de Bucha”.

Ha dicho el Papa: “Siguen las atrocidades de la guerra en Ucrania como la masacre de Bucha (donde unos 400 civiles fueron asesinados por los rusos a sangre fría), crueldades contra civiles, mujeres y niños inermes. Su sangre clama al cielo”. Francisco mostró una bandera ucraniana proveniente de Bucha, la besó y la bendijo, rodeado de un grupo de chicos ucranianos rescatados por el Vaticano.

Se ha comparado la masacre de Bucha y otras masacres similares con la perpetrada por los rusos en 1940 en Katyn (Polonia) en esta misma fecha, trucidando a casi 22 mil ciudadanos polacos y sepultándolos en fosas comunes.

En el día de Ramos, el Papa pidió una tregua pascual total y definitiva para negociar la paz e hizo una pregunta capaz de sacudir las conciencias: “¿Qué victoria será la que planta una bandera sobre un cúmulo de masacres?”.
Por parte de la Iglesia Ortodoxa, el principal patriarca de los ortodoxos, Bartolomé de Constantinopla, dijo refiriéndose a la guerra en Ucrania: “Esta guerra no es ni santa ni bendita como algunos afirman. Es una guerra maligna y hay que rezar para que termine cuanto antes. Ningún problema se resuelve con la guerra; la guerra agrega nuevos problemas. La única forma de resolver los problemas es el diálogo y la negociación”.
El patriarca Epifanio de la Iglesia ortodoxa autónoma de Kiev se refirió a la masacre de Bucha en estos términos: “Colaboradores de esta ideología criminal son el jefe del patriarcado de Moscú y sus asociados. Ellos bendijeron abiertamente a estos verdugos y asesinos por su trabajo sucio; y lo hicieron descaradamente en nombre de Dios y de la Iglesia. La ideología del “mundo ruso” es la misma que la del nazismo; justifica la violencia, el asesinato, la guerra y el genocidio y por lo tanto debe ser rechazada y condenada como el nazismo. Kirill ha hecho una elección a favor de las obras del anticristo. Exhorto a sus fieles a que abran los ojos y reconozcan los frutos venenosos de sus enseñanzas; apártense de los inicuos!”.
Epifanio declaró que 28 comunidades hasta ahora fieles a Moscú se han unido a su jurisdicción eclesial. El otro patriarca de Kiev, Onofre, que históricamente responde al patriarcado de Moscú, también ha condenado la invasión rusa e invitado a los ucranianos a defender su propia patria, pero no a odiar al pueblo ruso y tratar de buscar la paz entre los dos países hermanos.

El metropolita Hilarión, normalmente muy locuaz, no ha hablado hasta ahora, quizá constatando la incoherencia de su patriarca Kirill que condena a los homosexuales pero bendice la guerra.
A nivel mundial muchas Iglesias Ortodoxas se han manifestado en contra de esta guerra. La Iglesia ortodoxa rusa en España y Portugal han hecho un llamado en conjunto con la Iglesia Católica Española contra la invasión rusa “para que se detenga la violencia y la barbarie de esta guerra y se escuche la voz de Dios que rechaza las guerras y quiere la fraternidad, la paz y la reconciliación”.
El arzobispo ortodoxo de Helsinki (Finlandia) le escribió a Kirill: “La acción de los rusos en Bucha y en otras ciudades y pueblos ya no representa el horror de la guerra, sino la peor maldad humana. La Iglesia de Moscú ha bendecido esta guerra e incluso la ha presentado como guerra santa y legítima. Ha llegado el momento de que la Iglesia de Rusia se dé cuenta de que se ha descarriado. Recuerde usted las promesas que ha hecho ante Dios como obispo y patriarca. Deberá rendir cuenta ante el Todopoderoso. Por amor de Cristo despierte, condene la guerra y promueva la paz; use su influencia para que termine esta guerra”.

Por su parte el citado patriarca Kirill de Moscú volvió a alabar a los soldados rusos y dijo refiriéndose a Ucrania: “Hoy la palabra “independencia” se aplica a casi todos los países del mundo, pero está mal porque la mayoría de los países del mundo está bajo la influencia colosal de una potencia que se opone a nuestro pueblo. Debemos dar la vida por nuestros amigos, como testifica la Palabra de Dios, ya que todos los pueblos de la Santa Rus son nuestros hermanos”.
Kirill tiene mucho respaldo en su Iglesia por la cantidad de templos y obras llevadas a cabo en la Iglesia gracias al apoyo de Putin. En Rusia la religión ortodoxa hace parte de la identidad nacional, como la católica en Polonia y Hungría.
Putin (con más de 22 años en el poder) es considerado defensor de la Iglesia y de los cristianos como un nuevo Carlo Magno. Rusia ve esta guerra como una guerra y una cruzada contra el occidente corrupto por el cual se siente amenazada.
Según varios observadores, la guerra ha generado hasta ahora en una Rusia que se siente acorralada, más solidaridad antioccidental que división interna.
Kirill y Putin ven a Ucrania como parte del Estado ruso y quieren volver a hacer de Rusia una gran potencia. Kirill se ha olvidado de la frase de Luther King: “Se debe recordar a la Iglesia que no es el amo ni el sirviente del Estado, sino su conciencia crítica”.