UCRANIA: INVITAN al PAPA a KIEV

francisco saluda a visitantes ucranianos, que le extienden la mano detras de su banderaEl pasado 22 marzo el Papa telefoneó por segunda vez al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, asegurándole de que él estaba haciendo todo lo posible para terminar con la guerra que calificó de “atroz”. En respuesta el presidente ucraniano dijo que “el rol de mediación de la Santa Sede para que termine la guerra sería recibido con agrado por Ucrania” ya que las negociaciones están estancadas. Añadió que “el Papa es el huésped más esperado en Ucrania”, haciéndose eco de la invitación del alcalde de Kiev a Francisco para que viaje a esa capital.

Según el embajador de Ucrania en el Vaticano, Andrei Yurash, “el pueblo cree sinceramente que si Francisco viajara a Kiev, el conflicto bélico terminaría; es un sentimiento colectivo”. Sin embargo los obispos de Ucrania piensan que el viaje papal hoy no es posible por su seguridad; ni el cardenal Krajewski, enviado del Papa, pudo llegar a Kiev.
Piensan además que tampoco sería productiva y los rusos se oponen a la visita. El Nuncio Apostólico en Kiev dijo: “Yo me quedaré aquí mientras haya gente que ayudar. Pero un viaje del Papa sería algo muy difícil en este momento e incluso pondría en peligro a la misma población. Podría haber una visita privada, pero actualmente a Kiev se llega tan solo por tierra tras un día de viaje”.
El 27 de marzo el patriarca ortodoxo Bartolomé de Estambul viajó a Polonia, invitado por el presidente Andrzej Duda y el patriarca ortodoxo polaco, para encontrarse con los refugiados ucranianos. Los obispos ortodoxos polacos han condenado, igual que Bartolomé, la invasión rusa de Ucrania como “una lucha fratricida que ha destruido la vida de los ucranianos” y han pedido que “cesen estas hostilidades perversas e incomprensibles” haciendo un llamado a Kirill para que “contribuya al fin de las hostilidades llevadas a cabo por el ejército ruso contra Ucrania y exprese su oposición al derramamiento de sangre”.
Bartolomé, dirigiéndose a Kirill e Hilarión, les dijo sin vueltas: “En Ucrania no quieren ver a ustedes los rusos ni en pintura”.

Por su parte el patriarca ruso Kirill volvió a defender “la voluntad de Dios de que somos realmente un solo pueblo que salió de la pila bautismal de Kiev y por lo tanto somos una sola cosa con Ucrania. Yo no podría decir otra cosa porque esto es histórico y voluntad de Dios. El hecho de que hoy vivimos en diferentes países no cambia esta verdad histórica y no puede cambiarla”.
Kirill quiere preservar la unidad espiritual (y política) de la Rusia histórica configurada por los pueblos de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y otros países. Y agradeció “a todos los que están dispuestos a trabajar hoy para preservar la unidad de nuestros pueblos, la unidad de nuestra Iglesia y no dudan de la rectitud del camino escogido”.
Kirill ungió a Putin como sucesor de “los grandes líderes rusos que salvaron al país de la opresión extranjera”. Criticó la desinformación internacional por internet y pidió brindar asistencia a los refugiados que han huido a Rusia. Dijo sin rubor haber encontrado en el papa Francisco y en el arzobispo anglicano Justin Welby “un alto nivel de acuerdo y comprensión”; pero no habló de alto al fuego.