CONGO: un PAÍS REVUELTO

procesion de catolicos en congo, se nota el bullicio en la gente, que llevan una imagen de maria, un crucifijo y un rosarioEl Papa visitará el Congo del 2 al 5 de julio, en particular la capital Kinshasa y la ciudad de Goma en el Kivu Norte. Congo es la única nación africana que aparece entre los 10 países más católicos del mundo. Con más de 100 millones de habitantes, tiene 31 millones de católicos y el Cristianismo es la religión mayoritaria, practicada por el 80% de la población. La situación político-económica y social es desastrosa.

Escribe el obispo Muyengo Mulombe desde Kivu del Sur: “El Congo desde su independencia siempre ha sido depredado por países extranjeros y confinantes debido a sus recursos naturales y sobre todo a los minerales…, y después, dejado en la pobreza e inestabilidad política. Por ser un país rico en recursos, el pueblo paga un elevado precio.
En las regiones orientales hay 140 milicias en acción con éxodos masivos de la población, violencia y masacres. Todos los días hay infiltraciones armadas desde Ruanda, Uganda y Burundi, sin hablar de las milicias locales.
La Iglesia busca ser la voz de los sin voz siguiendo las huellas del arzobispo Munzihirwa  de Bukavu, asesinado por defender a las poblaciones. Sin lugar a dudas la Iglesia católica y la protestante son hoy el único apoyo para la población en grave dificultad.
La Iglesia es la única institución que a través de Cáritas llega adonde nadie quiere ir por la inseguridad. El problema no son las tribus sino los políticos que se aprovechan de esta situación para sus negocios.
Parece que para la comunidad internacional los muertos y asesinados en el Congo tengan menos valor justamente porque son del Congo. El gobierno es ineficaz y los que se enriquecen a costillas del pueblo no permitirán nunca que  haya un gobierno justo y eficiente.
Apoyamos la idea del Premio Nobel de la Paz Denis Mukwege de instituir un tribunal internacional para el Congo a fin de hacer justicia para este país”.

Según el cardenal de Kinshasa Fridolin Ambongo, ahora miembro del Consejo de Cardenales que acompaña al Papa, “en los últimos años el Congo ha llegado a ser el tercer estado más pobre del mundo. No hay ningún avance económico –social para el pueblo. Agradecemos a Dios que el “ébola” ha sido circunscrito y el Covid no ha sido tan devastador como se temía. Lo más conflictivo es lo que pasa en las regiones orientales del Kivu y del Ituri. No estamos frente a una verdadera guerra, pero sí a varios conflictos que cada día producen víctimas. La Iglesia tiene gran autoridad moral y está comprometida en los campos de la educación y la sanidad; el 50% de las escuelas y las estructuras sanitarias son de la Iglesia Católica. Hemos intentado varias veces mediar con el gobierno y los políticos, pero el país está bloqueado”.