ESPAÑA: “el DOLOR de las VÍCTIMAS NO PRESCRIBE”

portada de la web reparaFrente a la profunda división que hay  en el episcopado español sobre cómo actuar frente a los abusos y mientras la única investigación se da en las diócesis y en las congregaciones religiosas, el organismo pastoral de Madrid “Repara”, que atiende y acompaña a las víctimas de abusos clericales con el apoyo del cardenal Carlos Osoro, ha salido al paso con unas declaraciones.

Dice Repara: “Si bien casi todos los casos están prescriptos y los tribunales no pueden intervenir, los casos del pasado son casos del presente, porque el dolor de las víctimas no prescribe. Hay que denunciar todos los posibles casos de abuso. Si en la Iglesia se descubriera un solo caso de abuso, ya en sí mismo sería una auténtica monstruosidad. Un solo caso en la Iglesia ya son demasiados.  Los prejuicios de la sociedad y la estigmatización de las víctimas obstaculizan las actuaciones que son necesarias y urgentes. Contra los que afirman que las denuncias dañan a la Iglesia y que hay una campaña contra la institución de la Iglesia, creemos que lo que realmente perjudica a la Iglesia es el silenciamiento y la desconfianza respecto de las víctimas.
Las denuncias ayudan a prevenir para que no sigan sucediendo estos casos y son una oportunidad para apoyar a las víctimas. Aunque sean casos del pasado, las heridas de las víctimas siguen abiertas, también si quien los abusó haya fallecido.  Defender a la Iglesia porque el  porcentaje de los abusos es mínimo, no es justificable, porque cuando estos hechos se dan en la Iglesia, el daño es todavía más grave y escandaloso porque echa por el suelo su autoridad moral y credibilidad ética. No creer en las víctimas implica doble dolor, porque para las víctimas los daños son difíciles de probar y revolver el pasado  es resucitar para ellos el dolor y la humillación. Las víctimas no quieren dañar a la Iglesia sino sanar sus heridas que siguen abiertas hasta treinta o cuarenta años después, con serias dificultades para dar el nombre del abusador”.

Según el teólogo español José María Castillo: “Muchos piensan, hasta obispos, que con el tiempo este problema se va a olvidar y que las denuncias no han de ser divulgadas y que ya conviene aparcar este asunto. Sin embargo lo mejor es la sinceridad y la transparencia  para no caer en la hipocresía. Los mismos evangelios no callan la conducta poco ejemplar y a veces escandalosa de los apóstoles. La Iglesia no debe ocultar su conducta”.

Y Luis Ferrando: “Los pastores se han demorado y han vacilado en tomar decisiones, esperando que la tormenta pasara. Ahora, con la comisión parlamentaria, tendremos como menú la pederastia de los curas en los telediarios de todos los días”.
El arzobispo de Santiago Julián Barrio dijo aceptar la comisión independiente propuesta por el gobierno “sin privilegios, pero tampoco sin discriminación. Hoy se pretende identificar los abusos con la Iglesia , lo que pone bajo sospecha a todas las instituciones eclesiales. La pederastia no es una cuestión tan solo de la Iglesia, sino una cuestión social. Es una lacra presente en toda la sociedad y que también ha afectado a la Iglesia”.
El arzobispo de Mérida-Badajoz Celso Morga reaccionó diciendo: “La carencia de una comisión anti-abusos en la Iglesia no debe interpretarse como si los obispos no estuvieran haciendo nada. Quizás en el pasado no tuvimos suficientemente en consideración, ni en la Iglesia ni en la sociedad, la gravedad enorme de estos hechos. Es el momento de que todos pongamos los medios para atacar estos hechos tan lamentables”.

El Papa ha dicho recientemente: “Cuando nuestro errores crean escándalo público, tengamos la valentía de enfrentar la verdad, pedir perdón y comenzar de nuevo humildemente”.
Pedir perdón no arregla el pasado, pero mejora el futuro. También en Italia las víctimas han pedido a la Iglesia una investigación independiente a nivel nacional para investigar los abusos del clero.