
Frente a la negativa de la Conferencia Episcopal Española de crear una comisión independiente para investigar los abusos sexuales clericales a menores, el gobierno propuso para el mismo objetivo una comisión multilateral independiente, presidida por el Defensor del Pueblo Angel Gabilondo y con la participación también de la Iglesia.
Habría que determinar hechos y responsabilidades, reparar a las víctimas y planificar políticas públicas para la prevención y atención de los casos. El resultado se remitiría a las Cortes y al gobierno en pos de las necesarias medidas.
El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se declaró de acuerdo con que la investigación se haga pero en todos los ámbitos de la sociedad. Mientras tanto se conoció una carta a los obispos de la teóloga española Cristina Inogés Sanz, miembro de una comisión presinodal del próximo Sínodo de Obispos en Roma.
Dice así: “Queridos pastores, creo que la poquísima credibilidad que nos quedaba se ha ido por el desagüe. La cosa se veía venir, hubo tiempo de poner las barbas a remojar, vimos a nuestros países vecinos hacer lo que se debía hacer mucho antes y muchos aquí hemos pedido lo mismo desde hace tiempo con verdadero espíritu eclesial. La Conferencia Episcopal se negó a investigar como tal. Espero que no todos ustedes hayan cerrado filas en torno a la negativa de la Conferencia. Ahora otros lo harán por nosotros y lo harán primando sus intereses más que los de las víctimas; y la batalla mediática la tienen ganada. Para algunas víctimas, esta será la única referencia por haber intentado o llegado a hacer algo. A nosotros nos toca lidiar ahora con la vergüenza de tener que callar ante muchos comentarios que se oyen sobre la Iglesia y ante los cuales no hay defensa posible. Sin embargo seguiremos inventando mil maneras de defender a la Iglesia en la que creemos y consideramos casa de todos. Sería interesante que se empezara a pensar en excusas, porque en razones es imposible, por el abandono, la indiferencia y en definitiva la situación en la que ustedes nos dejaron a todos. Creo que nos acercamos mucho a la imagen del Evangelio de ser ovejas sin pastor. Sigue habiendo la posibilidad de empezar a pensar cómo gestionar la crisis de los abusos de consciencia, espirituales y laborales cuyas denuncias también llegarán y más vale prepararse. Muchas personas están dispuestas a echar una mano para sacar a la Iglesia española de este atolladero porqué sigue invariable nuestra consciencia de pertenecer a la Iglesia”.
Hans Zollner, el experto de la comisión vaticana de Tutela de los Menores, se declaró de acuerdo con la comisión impulsada por el gobierno español, siempre que sea dirigida por una persona con autoridad moral impecable e imparcialidad y un equipo de expertos independientes, sin ninguna instrumentalización política y la colaboración de la Iglesia Católica.
Criticó las reticencias por parte de los obispos españoles e italianos para “abrir investigaciones independientes, sin que importe el daño a la imagen de la Iglesia ya que es evidente que las víctimas han perdido la confianza en la Iglesia. Es el momento del arrepentimiento (también por las negligencias), de la confesión aunque admitir estos reatos sea difícil, de la reparación y del resarcimiento económico; y además de incluir a las víctimas en este proceso, aunque sean vistas como personas incómodas y que molestan”.
Mientras tanto 80 organizaciones católicas y cantidad de fieles han enviado una carta abierta a la Conferencia Episcopal española para que este año mismo proporcione a las víctimas, la verdad, la justicia y la reparación que merecen.
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