ARGENTINA: CRECE CONSUMO de DROGAS

una mujer mayor levanta los brazos llorando frente a la camara. a su lado una mujer mas joven parece angustiada y se toma el menton
El consumo no tiene condición social: los ricos, los pobres, la clase media, los profesionales… Faltan centros de rehabilitación.

Tras el caso de la cocaína adulterada con otra sustancia altamente tóxica que provocó 24 muertes y decenas de internaciones en el Gran Buenos Aires,  12 obispos de la ciudad de Buenos Aires y del cono urbano emitieron el 4 de febrero pasado un comunicado poniendo sobre el tapete el progresivo aumento del consumo de drogas, la presunta corrupción policial y la venta ilegal a cielo abierto.

Dice el comunicado:
“La droga mata. No podemos pasar por alto esta tragedia y tantas otras que se dan todos los días. La drogodependencia se ha ido extendiendo, profundizando y complejizando. Es un problema impostergable a solucionar y se precisa una Ley de Emergencia en Adicciones, más allá de los esfuerzos que estamos haciendo como Iglesia Católica junto a tantos hermanos cristianos y de otras confesiones. Una familia con problemas de consumo es una familia quebrada. Si un hijo no se quiere internar, no recibe ninguna asistencia; por más que quiera, no consigue trabajo y si consigue trabajo  gasta el sueldo en drogas. Se habla de droga “adulterada” como si existiera una droga “legítima”.
Se dice que las drogas livianas no hacen daño; todas las drogas hacen daño y pueden matar. La realidad y la escucha de tantas víctimas nos enseña que lo que comenzó como un pasatiempo, una probada, termina siendo una espiral de violencia, abandono escolar, situación de calle, muerte. La despenalización del consumo y la legalización de las sustancias solo traen más consumo y marginalidad. Hacemos un llamado a toda la sociedad para que se trabaje fuertemente  en la prevención de las adicciones.
A nivel de Iglesia usamos la metodología de las tres C (capilla, club, colegio) generando espacios comunitarios para la contención, sanación y reinserción social. Pedimos a las autoridades del estado nacional que se ocupen de ir detrás de los mecanismos de corrupción en todos sus niveles que alimentan el círculo del narcotráfico y vayan creando mayores espacios de contención e internación”.

Por su parte el obispo presidente de la Conferencia Episcopal, Oscar Ojea, manifestó que “no solo hay que combatir el narcotráfico sino también la creciente demanda de consumo. Esto se debe, entre otras cosas, a la falta de horizontes humanos y laborales, a  profundas crisis familiares, al déficit enorme de nuestra educación, a la profunda soledad de muchos y a la necesidad de afecto. Todo esto debe ser atendido por una mejor política”. 
La Pastoral de Adicciones de Lomas de Zamora declaró: “La última Campaña Nacional para la prevención de adicciones ya cumplió veinte años y los recursos destinados a prevención y asistencia son históricamente escasos. La tragedia de los 24 muertos se edifica sobre otra menos visible para la sociedad como el consumo de drogas que siempre es problemático por cuanto una o más de las dimensiones de la persona se ven dañadas y en muchos casos con desenlace fatal. Exhortamos a las áreas públicas de salud, educación,  seguridad, justicia y desarrollo social a aunar esfuerzos junto a los organismos sociales, con la seriedad y la eficiencia necesaria”.