
El 19 de enero pasado “OPEN DOORS INTERNATIONAL” publicó el informe anual sobre las violencias anti-cristianas en el mundo. Desde hace 20 años la organización registra un aumento constante de la persecución anticristiana contra católicos, evangélicos, anglicanos y ortodoxos.
Para el año pasado se habla de 5.898 asesinatos, 5.110 templos destruidos, 6.175 presos, sin contar secuestros y desapariciones de personas. Son cifras ampliamente inferiores a los datos reales, por la dificultad de obtener una información objetiva sobre el tema. El año pasado los misioneros católicos asesinados, entre sacerdotes, religiosos/as y laicos, fueron 23.
Crece el número de laicos, especialmente catequistas, todos testigos con su propia sangre de la Fe y el amor a los pobres. En los países donde hay una presión violenta y una fuerte discriminación de las minorías, los cristianos a riesgo son 360 millones.
Los mayores responsables de las persecuciones en las dos décadas pasadas son el fundamentalismo islámico, el islamismo de estado, el radicalismo religioso nacionalista, la criminalidad organizada, la ideología comunista radicalizada.
El fundamentalismo islámico se ha trasladado ahora a África, sobre todo a la África subsahariana (el 79% de los asesinatos se da en Nigeria, Malí, Níger, Burkina Faso, además de Congo y Mozambique). El extremismo islámico opera en 38 de los 50 países más afectados por las persecuciones. Los 11 países más peligrosos son Afganistán, Corea del Norte, Libia, Somalia, Eritrea, Nigeria, Yemen, Irán, Pakistán, India, Arabia Saudita.
Nigeria, que tiene la mayor cantidad de cristianos en África, es el primer país por número de cristianos asesinados por motivos relacionados con su fe. En Afganistán renunciar al Islam es castigado con la muerte. En Corea del Norte cualquier actividad religiosa es ilegal y los cristianos son enviados a campos de trabajo forzado. En China en los últimos ocho años se han cerrado 21 mil templos y el año pasado hubo 1.100 arrestos de autoridades religiosas.
Hay 84 países en los que se han aprobado leyes anti-blasfemia, que se prestan a la calumnia y difamación con consecuente castigo. En India, en diez estados hay una ley contra la conversión (por la que fueron acusadas también las Hermanas de S. Teresa de Calcuta); el extremismo hindú es avalado por el gobierno nacionalista.
En Pakistán se secuestran mujeres y chicas; son posteriormente abusadas, forzadas al matrimonio y a convertirse al Islam.
En Europa también hay crímenes contra las minorías y cristianofobia por parte de un laicismo trasnochado.
Son muchísimos los mártires anónimos en el mundo; se calcula que cada día 13 cristianos son asesinados a causa de su fe. El mismo papa Francisco ha llegado a decir: “La persecución a los cristianos es hoy mayor y tiene la misma crueldad que la que se vivió en los primeros siglos del Cristianismo”.
Open Doors (= puertas abiertas) es una organización cristiana internacional con sede en los Países Bajos que apoya a los cristianos perseguidos en el mundo.