OFICIAL: MINISTERIO del CATEQUISTA

TESTIMONIO del OBISPO ARIZMENDI

el papa con una lapicera sostiene un texto impreso. sobreimpreso se lee: antiquum ministerium carta apostolica con la que se instituye el ministerio del catequistaEscribe el cardenal Felipe Arizmendi, obispo emérito de San Cristóbal de Las Casas (México) en ocasión de la oficialización papal del ministerio del Catequista: “Yo soy hijo de un catequista, un campesino que apenas sabía leer y escribir. El párroco iba de cuando en cuando a celebrar misa en mi pueblo. La evangelización y la catequesis eran encaradas por mi padre; dos tías solteras se encargaban de nosotros los niños para prepararnos a la primera comunión.

Mi padre frecuentaba los cursos de la Acción Católica para capacitarse y los domingos presidía la asamblea de la comunidad;  hacía todo como en una misa normal, con oraciones y lecturas bíblicas, sin consagración ni comunión. Mi padre hacía la explicación de la palabra de Dios, es decir la homilía, con la aceptación cordial de la comunidad y también daba temas semanales a  muchachas y jóvenes, señoras y señores para su formación cristiana.
Cuando llegó el primer obispo con el nuevo párroco, dijo que mi pueblo estaba mejor atendido por mi padre que por el sacerdote que venía accidentalmente. Allí nació y creció mi vocación sacerdotal. El servicio de las y los catequistas ha sido fundamental en la conservación de la fe en nuestras comunidades campesinas e indígenas.
Ahora a los catequistas se les reconoce un ministerio oficial y público en toda la Iglesia. ¿Qué sería la Iglesia sin su servicio? En mi anterior diócesis de san Cristóbal de Las Casas para una población de dos millones de habitantes, la mayoría indígenas, con un poco más de un centenar de sacerdotes y unas 200 religiosas, contamos con 6.000 catequistas varones para las comunidades dispersas y unas 2.000 mujeres, casi todas jóvenes, para los niños y centros urbanos.
Para las montañas y lugares distantes son los varones que hacen este servicio, todos hablando en los idiomas indígenas; su servicio es gratuito y su formación permanente. Son una fuerza increíble de evangelización; donde ellos trabajan, tienen menos presencia las denominaciones protestantes. Tienen mucha aceptación en las comunidades. No todos son candidatos para este ministerio, sino solo aquellos que lo asumen como un “compromiso de por vida” y no tan  solo por unos años.
El papa Francisco en 2020 ha publicado el Nuevo Directorio para la Catequesis y pide catequistas que participen activamente en la vida de sus comunidades cristianas,  tengan una” debida formación bíblica, teológica, pastoral y pedagógica para ser verdaderos comunicadores de la Fe donde sea necesario”. El Papa pide a los catequistas que sean “más creativos y menos repetitivos”, que “tengan un lenguaje nuevo y abran caminos nuevos”, que enseñen y acompañen “con paciencia y mansedumbre, pero no con bocina sino antes que nada con el ejemplo”.