ESPAÑA: FRANCISCO: ¿COMUNISTA o PROFETA?

manifestantes latinoamericanos llevan un cartel que dice: el neoliberalismo mata
“Cuando el vaso está lleno, por arte de magia crece aún más y así nunca se desborda ni sale nada para los pobres” Francisco, en Evangelii Gaudium.

En España los ultraconservadores católicos siguen acusando al papa Francisco de comunista, marxista, socialista. Son católicos que se consideran más católicos que el Papa. A ellos les respondió el monje benedictino de Montserrat, Josep Miquel Bausset: “El Papa habla desde el Evangelio pero también desde la realidad”.

Ya el 15 de diciembre de 2013 el Papa había denunciado la falsa teoría, un dogma del neoliberalismo, del “desbordamiento” por el cual todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, provocaría por sí mismo una mayor inclusión social en el mundo. Cuando el vaso estuviera bien lleno, se desbordaría y de esa manera también los pobres se beneficiarían. A lo que el Papa irónicamente en Evangelii Gaudium contestó que “cuando el vaso está lleno, por arte de magia crece aún más y así nunca se desborda ni sale nada para los pobres”.
Esta afirmación tan llena de sentido común y realismo, escandalizó a las lobbies ultraconservadoras. También, de acuerdo con la Doctrina Social de la Iglesia  que ellos no conocen o desconocen, el Papa pide la reducción de la jornada laboral como medida para un nuevo acceso de todos al empleo y pide un salario universal para que cada persona pueda acceder a los más elementales bienes de la vida. Cualquiera constata que la riqueza se va concentrando en unas pocas manos condenando a  la miseria a una buena parte del planeta. Es algo no solo evangélico sino elemental y racional; y sin embargo hay gente que ve en lo que dice o hace el Papa, pura política y política de extrema izquierda.
Se escandalizan aún más si se les cita el magisterio de los Padres de la Iglesia de hace siglos como san Basilio, san Juan Crisóstomo, san Ambrosio etc.., que decían que “lo superfluo de los ricos se debe a los necesitados como un estricto deber de justicia”.

Repetidas veces el Papa ha denunciado lo que está a la vista de todos: que esta economía mata y que es posible reescribir las reglas de la economía con proyectos alternativos, ya que el capitalismo está en crisis. Todos saben que el Papa en la Academia Pontificia de Ciencias Sociales tiene como consultores a grandes economistas como Joseph Stiglitz Premio Nobel de Economía 2001, Jeffrey Sachs y otros que luchan por una economía más humana y solidaria.
Como escribe Marco Politi, que es un vaticanista laico italiano, “el Papa está informado, pero no es político ni economista. Es un profeta que sabe leer desde la Fe los signos de los tiempos. Fue profeta Juan Pablo II cuando contrarrestó tenazmente la invasión norteamericana  de Irak. Este Papa también lo es; hasta la revista científica Nature abrió su espacio a la encíclica “Laudato sii”. Francisco  ha dicho claramente que no hay que volver a la “normalidad” de antes de la pandemia (con dos mil personas que poseen más bienes que 5 mil millones en el mundo). Ya ha advertido que no basta con predicar el crecimiento, sino quien y como se crece. ¿Hay atisbos hasta ahora de una nueva economía social? Los profetas no suelen ser escuchados enseguida, pero con el tiempo su grito de alarma logra su resultado”.