
Los católicos en Estados Unidos hace medio siglo eran una religión de segunda; era la fe de los inmigrantes irlandeses, italianos, latinos y que vivían como en guetos. Hoy sin embargo Estados Unidos es el cuarto país con más católicos en el mundo después de México, Brasil y Filipinas. La Iglesia Católica es la mayor de las Iglesias cristianas. Hay una red de 220 universidades católicas y medio millón de hospitales que atienden a 95 millones de personas. Sin embargo aquí también el secularismo hace estragos, sobre todo entre los jóvenes. Los escándalos sexuales del clero han sido un golpe mortal.
Muchísimos hispanos pasaron a las iglesias evangélicas pentecostales. En 50 años los católicos han crecido un 50%, pero hay 34% menos de curas y la mitad de ellos con más de setenta años. El 20% de las parroquias no tiene párroco residente y 25 diócesis están en quiebra económica. El 20% de los 8 mil colegios católicos ha cerrado.
La Iglesia está dividida y polarizada por el crecimiento de un fuerte grupo conservador que se opone al papa Francisco por motivos doctrinales y sobre todo por sus críticas al capitalismo, la defensa de los migrantes, de los pobres, del medio ambiente. A los comentarios que el Papa hizo sobre la cadena ultraconservadora EWTN, el arzobispo emérito de Filadelfia, Charles Chaput, contestó: “Las críticas del Papa son vengativas y falsas”.
Cuando el ex nuncio Carlo María Viganó pidió en 2018 la renuncia del Papa, fueron 25 los obispos que lo apoyaron sin que nadie se haya retractado. La mayoría de los curas más jóvenes, ordenados en años recientes, son políticamente conservadores y poco partidarios del papa Francisco.
Escribe el teólogo Massimo Faggioli desde Estados Unidos, donde reside: “Hay un grave problema aquí que tiene que ver con la recepción del Concilio; sus documentos no son estudiados en los seminarios y facultades. El clericalismo afecta al clero y a los laicos. Inclusive los líderes laicales operan como el clero con el resto del pueblo de Dios. Subsisten modelos verticales y no se llega a entender lo que significa la “conversión” pastoral y sinodal que pide el Papa. Pareciera que existieran dos Iglesias: una sajona, la más importante y la otra: la latina, la más comunitaria”.
Por otro lado el 57% de los católicos apoyan el matrimonio entre personas del mismo sexo y el 52% están conformes con que el aborto sea legal. El 60% está a favor de la ordenación de mujeres sacerdotes. Siempre según el Pew Research Center, el 90% de los católicos cree en la vida eterna, pero solo el 74% en el infierno; una cuarta parte de los católicos no cree que haya infierno.
El 69% de los católicos piensa que el pan eucarístico es tan solo un símbolo y no la presencia real de Cristo.
El presidente Biden es un católico practicante y no ha habido un presidente tan religioso desde el baptista Jimmy Carter que daba catequesis los domingos en una iglesia. Pero también Biden, que es un católico social y discípulo de Dorothy Day, está contagiado en parte por este catolicismo liberal con políticas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia sobre aborto, anticoncepción, matrimonio igualitario, género.., lo que le ha valido el rechazo de muchos obispos, curas y laicos.
Escribe Faggioli: “El papa Francisco está haciendo mucho para superar esta situación de confusión y restaurar en su plenitud las enseñanzas y la eclesiología del Concilio. Pero es una batalla cuesta arriba que al menos otra generación de católicos tendrá que pelear”.
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