
En la reciente solemnidad de Cristo Rey que el Papa eligió para que en el futuro se celebre todos los años la Jornada de los Jóvenes a nivel diocesano (en vez que el día de Ramos), el Papa se dirigió a los jóvenes en el Vaticano con estas palabras: “Nuestro mundo no necesita de equilibristas que están un poco a la derecha y un poco a la izquierda, gente que va de un lado para el otro como las olas del mar, que van donde los lleva el viento de sus propios intereses…
…Buscan la forma de no ensuciarse, no comprometerse, no jugarse. Un joven que no se juega, que no es capaz de soñar, ya es un viejo antes del tiempo. Hagan lío (en Europa traducen: “hagan ruido”) para no vivir dormidos, anestesiados. Hay que soñar el futuro con coraje. Necesitamos del entusiasmo y el ardor de los jóvenes para ser testigos de Dios que es siempre joven. El cardenal Martini decía que a la Iglesia y a la sociedad sirve gente que sueña con un mundo mejor y está abierta a las sorpresas del Espíritu. Sueñen con Jesús por un mundo de justicia, amor y paz. No hay que ir en contra de nadie como se suele hacer echando siempre la culpa a los demás, pero sí hay que ir contra corriente por ser conciencia crítica de la sociedad desde la fe. A ustedes jóvenes les gusta que se les diga que son el futuro. No, ustedes son el presente; no es mañana que hay que actuar sino ahora. Conquisten el presente. No se queden en la sala de espera”.
La Jornada Mundial de la Juventud se realiza anualmente en cada diócesis del mundo en la fiesta de Cristo Rey, con una ceremonia especial en el Vaticano. Pero cada tres años se celebra a nivel internacional en una ciudad elegida de antemano a lo largo de una semana y con la participación del Papa. La última ha sido en Panamá en 2019. La próxima será en Lisboa (Portugal) del 1 al 6 de agosto del 2023. Inicialmente prevista para el año próximo, ha sido aplazada un año debido a la pandemia. El lema escogido: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1,39).
Esto empezó cuando en 1984 unos 300 mil jóvenes acudieron a Roma para el Año Santo de la Redención el domingo de Ramos. Tras ese evento el papa Juan Pablo II instituyó las Jornadas Mundiales de la Juventud. El cardenal argentino Eduardo Pironio había lanzado esa propuesta y por eso se lo considera cofundador de las Jornadas. La primera edición internacional fuera de Roma fue justamente en abril de 1987 en Buenos Aires, con la participación de más de un millón de jóvenes.
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