Desde la Resurrección gritamos ¡NUNCA MÁS!

cartel con la impresion de dos manos abiertas en color violeta. su texto dice dia internacional de la eliminacion de la violencia contra la mujer 25 de noviembre
En Uruguay: denuncias a los números 0800 4141 y *4141 (violencia física, psicológica, verbal, sexual, económica, patrimonial, otra).

Hoy 25 de Noviembre como Humanidad decimos NUNCA MÁS a la violencia ejercida sobre las mujeres. En este grito desde las entrañas traemos a nuestra memoria la vida, el cuerpo, las lágrimas de tantas hermanas que hemos sufrido la violencia de género.

Hace sólo dos días salían en Chile las declaraciones del diputado Kaiser quien decía; «un 62% de las mujeres tiene la fantasía de ser violada y al mismo tiempo salen a protestar”, y “los hombres que violan mujeres feas, merecen una medalla”.
Sus palabras me indignan, me violentan, me entristecen, me hacen pasar por mi alma adolorida, que ha sufrido la violencia sexual y me ha dejado estremecida compartiendo el calvario del Buen Jesús. La muerte como vivencia de las más profundas torturas, las físicas y las existenciales.

Ese dolor que a tantas nos ha tocado experimentar… hoy quienes podemos estar en otro momento, nos hace gritar con el mismo Señor que nos levantó y devolvió la mirada dignificadora un NUNCA MÁS que se perpetúe en el tiempo.

La resurrección hoy más que nunca es un alzar la mirada, un cuerpo que se levanta, un grito que se escucha, una mano que se une a una y a otra, una profunda voz humana que hace los mismos gestos que el Señor nos enseñó, enderezar a la que está encorvada por los golpes y humillaciones vividas, hablar con la marginada que va al desierto a las doce del mediodía, colocar en el centro a la que se enjuicia, para ejemplificarla como maestra del amor.

Somos ellas, somos nosotras… las mujeres que hemos cargado en nuestros vientres la promesa de Salvación. A días de comenzar este Adviento en realidades tan complejas y revoloteadas, somos nosotras las portadoras de una buena noticia, radical, que todo lo quiere transformar, y que todo lo transformará.

Hermanas, que NUNCA MÁS tengamos que escuchar palabras como las que nos han dicho en estos días, que nunca más se nos calle, que seamos nosotras MARÍAS MAGDALENAS testimonio vivo de que el Señor Resucitó y nosotras con él.

NADIE PODRA CALLARNOS.
Somos ellas, somos las de ahora, y somos las que vendrán.

María José Encina Muñoz.
Hermana Comunidad Adsis