STÉFANO ZAMAGNI: “CERRAR los PARAÍSOS FISCALES”

retrato de zamagni, en un gesto caracteristico, sonrie levemente y se toma la barbilla con la mano izquierdaEl prestigioso economista italiano Stefano Zamagni es profesor universitario y presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales. En su calidad de católico escribió:
“Además de los pecados personales, existen estructuras de pecado que impiden o dificultan al ser humano para hacer el bien y los paraísos fiscales son un ejemplo fuerte de ello.

Surgieron hace unos cuarenta años por decisión de los países del G8, con el objetivo de que las grandes corporaciones depositaran en esos lugares sus ganancias y así evitaran pagar impuestos. Cuando un economista dice que los paraísos fiscales son fundamentales dentro de la actividad financiera, está mintiendo vergonzosamente; no existían antes y no tienen porqué existir. Otra estructura pecaminosa son los contratos de tierra. Hay que ver lo que está pasando en América del Sur y África con esos contratos, gracias a los que algunos países obtienen el permiso de explotar territorios de otras naciones, pero no para aumentar la tasa de desarrollo de estos, sino para obtener recursos para sí mismos. Como puede sospecharse, las consecuencias políticas  son nefastas. La codicia crea enormes riquezas en las manos de unos pocos, pero no por ello crece el buen vivir y la felicidad de la gente. En Estados Unidos, el país más avanzado del mundo, aumentan año tras año los suicidios, la venta de psicofármacos, el consumo de drogas, los fracasos familiares; en ese país se da el 42% de los homicidios de todo el mundo, mientras en los países pobres aumenta  el hambre. No hay correlación positiva entre opulencia y vida sana y feliz. La novedad de los últimos 30 años es que las desigualdades ya no están bajo control. La estructura de las relaciones económicas genera desigualdades independientemente de la voluntad de las personas. Hoy en día las desigualdades son provocadas por el modo en que funcionan las finanzas especulativas internacionales. Hasta que no se cierren los paraísos fiscales, no se podrá hacer nada. Si queremos restablecer la seguridad en nuestras sociedades, lo primero es reducir las desigualdades. La reforma del  sistema financiero es una de las estrategias necesarias que se deben encarar a la salida de la crisis de la pandemia. Las finanzas deben estar al servicio de la producción, no de sí mismas”.