COLISEO: ORACIÓN INTERRELIGIOSA por la PAZ

los lideres catolico y ortodoxo se saludan formalmente. al fondo el coliseo romano
“¡Menos armas y más comida! El nombre de Dios, es paz”.

El 7 de octubre Francisco participó de la clausura del encuentro internacional: “Pueblos hermanos, tierra futura” organizado por la Comunidad San Egidio en su edición n.35. A la sombra del Coliseo romano, tuvo lugar la Oración interreligiosa por la Paz, presidida por Francisco.

Participaron e intervinieron además de Francisco, Bartolomé y Welby, el Gran Imán Al-Tayyeb, el presidente de los rabinos de Europa Pinchas Goldschmidt, el metropolita ortodoxo ruso Hilarión, Angela Merkel, Andrea Riccardi y los líderes del budismo, hinduismo y demás religiones. En su intervención el Papa dijo sin vueltas: “La guerra es un fracaso de la política, claudicación y derrota de la humanidad. ¡Menos armas y más comida, menos hipocresía y más transparencia, más vacunas distribuidas equitativamente y menos fusiles vendidos neciamente! Con la vida de los pueblos y de los niños no se puede jugar. No hay que dejar que la vida de los pueblos se reduzca a un juego entre los poderosos; es cosa demasiado seria y nos concierne a todos. No se la puede dejar en manos de los intereses de unos pocos o en manos de pasiones sectarias y nacionalistas. Recordando el documento de Abu Dabi, los representantes de las religiones queremos ser la voz de los que no tienen voz, de los oprimidos y descartados. No solo condenamos las guerras y el terrorismo, sino también queremos crear las condiciones y educar para que no se extiendan”.

En el manifiesto por la paz firmado por los líderes religiosos se dice: “Las religiones no pueden utilizarse para la guerra. Solo la paz es santa. Las religiones pueden construir la paz y educar para ella. El proceso de desarme actualmente bloqueado, debe reanudarse pronto. Se ha de poner fin al comercio de armas y su uso. La proliferación de armas nucleares es una amenaza mortal para la humanidad. El futuro no pertenece al hombre del despilfarro y de la destrucción de la naturaleza, sino a las mujeres y hombres solidarios y a los pueblos hermanos. El nombre de Dios, es paz”.