FRANCIA: “PASAR de la HUMILLACIÓN a la HUMILDAD”

Sauve esta de pie frente a los microfonos, a los periodistas y las camaras. es un hombre mayor, muy alto y de vestimenta formal.
Jean-Marc Sauvé declarando a la prensa.

Una comisión independiente, encargada por la Conferencia Episcopal francesa en 2018 para hacer luz sobre los abusos sexuales del clero sobre menores, concluyó con un Informe el 5 de octubre pasado que establece que hubo 216 mil casos de abusos por parte del clero de 1950 a 2020. Es una estimación mínima según la comisión.

Los sacerdotes pederastas (dos tercios diocesanos y los demás religiosos) han sido calculados entre 2.900 y 3.200; son el 3% de los 150 mil curas de ese periodo. El 56% de las agresiones se produjeron entre 1950 y 1969.
Después de 2000 ha empezado a moverse la Iglesia. También las instituciones civiles han evolucionado después de 2000, aunque en forma más rápida que la Iglesia. Los abusos a menores llegan hasta 330 mil si se cuentan también los abusos cometidos por laicos en las instituciones católicas, como docentes, catequistas, animadores de grupos juveniles etc.
La comisión independiente estuvo formada, todos a título voluntario, por 22 profesionales (10 mujeres y 12 varones) de distintas competencias y confesiones religiosas, incluso no creyentes; y tuvo como presidente a Jean-Marc Sauvé, ex vicepresidente del Consejo de Estado de la República.
La Iglesia es el tercer lugar donde se da la prevalencia de las agresiones sexuales a menores, por detrás de la familia y de los círculos de amigos. Jean-Marc Sauvé declaró: “Estos números son abrumadores y no pueden quedarse sin consecuencias; reclaman medidas muy fuertes por parte de la Iglesia Católica”. Sauvé identificó la causa de la “amplitud” de la crisis en la “falta de firmeza de Roma hasta comienzos de la década de 2000; hubo una indiferencia profunda y hasta cruel hacia las víctimas. Hoy no cabe duda sobre la voluntad del actual Papa como de su antecesor para solucionar este problema”.
El Informe sugiere además 46 medidas para hacer frente a esta tragedia. Habría que crear una comisión independiente para marcar las indemnizaciones que deben proceder del patrimonio de los agresores y de la Iglesia de Francia.
Se llega a pedir también la reforma del Derecho Canónico sobre estos temas y sus procedimientos, la reforma del secreto de confesión y la posibilidad de acceder al sacerdocio para hombres casados. Sobre esto último, dijo el presidente de la Conferencia Episcopal Eric de Moulins-Beaufort: “Los curas no son los únicos solteros en el mundo que no tienen actividad sexual y todos los que son solteros no son necesariamente depredadores sexuales”.

La Iglesia francesa y el Papa pidieron perdón por “la incapacidad de la Iglesia, por mucho tiempo, de poner al centro la preocupación por las víctimas”. El Papa dijo: “Este es el momento de la vergüenza. Que la Iglesia de Francia emprenda ahora un camino de redención”. El informe creó como un terremoto en la Iglesia de Francia. Dijo la Hermana Veronique Margron, presidenta de las religiosas y religiosos de Francia: “Temo por la reacción de los católicos. Temo que algunos encuentren que el informe es difícil de aceptar y lo rechacen. La Iglesia hoy sufre una grave humillación; espero sabrá pasar de la humillación a la humildad”. La decisión de la Iglesia francesa de implementar esta comisión de la verdad fue un acto de coraje, pero más coraje hará falta para reconstruir la dignidad y la esperanza.