
El actual presidente Jair Bolsonaro busca su reelección para el año próximo y por eso busca apoyo en la calle, pero las encuestas más recientes muestran que el ex presidente Luiz Ignacio Lula da Silva lo derrotaría fácilmente, ya que el 50% de los votantes prefiere a Lula y solo el 30% elige a Bolsonaro. Cuestionado por la Corte Suprema y por el Congreso, Bolsonaro ha hecho insinuaciones veladas de que podría dar un golpe de estado o autogolpe, siendo respaldado por una gran cantidad de oficiales del ejército.
Nunca hubo tantos militares en el gobierno, en tiempo de democracia: casi siete mil, entre activos y retirados.
Mientras tanto la Iglesia llevó a cabo su tradicional Grito del Excluido, una manifestación que desde 1994 se celebra en todo el país el 7 de septiembre, día de la Independencia, como actualizando el tradicional Grito de Independencia. La manifestación se realizó en cincuenta ciudades del país con distintos actos y la participación de varias organizaciones sociales. La motivación este año es que “está en juego la democracia”.
El presidente de la Conferencia Episcopal, Walmor Oliveira de Azevedo, denunció “el clima de odio e intolerancia” por parte del gobierno y dijo que “la paz no se construye con armas”, aludiendo al militarismo de Bolsonaro y a su esfuerzo por legalizar el uso de armas para todos. Destacó que “actitudes como atacar, eliminar, presionar, ignorar para excluir, no combinan con la democracia”. Hizo un llamamiento a reducir el consumismo excesivo y cuestionó “el modelo económico devastador que conduce al calentamiento global, lo que provoca la caída gradual del volumen de agua en los manantiales de nuestro país. ¡Basta con la explotación desenfrenada e irracional del suelo con la tala de bosques. No hay que dejar que Brasil se convierta en un páramo!”.
Defendió a los pueblos indígenas: “Nuestra patria no empieza con la colonización europea. Los pueblos originarios perseguidos y diezmado a lo largo de siglos, ahora se enfrentan a la amenaza de un poder económico extractivo y codicioso que hace todo lo posible para agotar nuestros recursos naturales y trata de manipular a los responsables del país y avanzar sobre las tierras indígenas diezmando la naturaleza, atropellando a los pueblos indígenas y a su cultura”.
Lamentó la pobreza extrema en aumento y advirtió: “No se dejen convencer por los que atacan las oficinas legislativas y judiciales. La existencia de los tres poderes impide el autoritarismo”.
Este mensaje de la Iglesia para el ´”día de la patria” tuvo gran repercusión. El sacerdote Antonio Manzatto, profesor de teología de la universidad católica de san Pablo, al apoyar este mensaje añadió: “Después de tres años de gobierno de Bolsonaro es evidente el riesgo que corre para el futuro la democracia. El propósito del presidente desde su campaña electoral es llevar a cabo un golpe blando de estado, utilizando las fuerzas armadas para silenciar a la oposición”.
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