
Tras los estragos que hicieron la lluvia y las inundaciones en Mérida, la Iglesia a través de Cáritas fue la primera en acudir con camiones llenos de alimentos, ropa y medicinas, pero el 29 de agosto la Guardia Nacional les impidió el paso a las zonas más afectadas. El obispo auxiliar de Mérida Luis Enrique Rojas enfrentó a los militares cuando viajaba con un cargamento enviado por el cardenal Baltazar Porras desde Caracas con estas palabras: “Basta ya de maltratar al pueblo. Les quieren quitar la ayuda a la gente; es inadmisible. Digan la verdad sobre lo que está sucediendo, sin más engaños ni mentiras; basta de manipulaciones”.
La Conferencia Episcopal lo respaldó invitando a todos a “colaborar con las instituciones que ayudan gratuitamente desde todas partes del país y están al servicio de toda la gente y no de una parcialidad política”.
Nicolás Maduro intervino prontamente con estas palabras: “Se trata de una campaña contra el gobierno dirigida por obispos de la Iglesia Católica. Lo que hacen es puro show. ¿Ustedes han visto un viejo de estos con sotana, tomando una pala para ayudar a los de Mérida?. Salen de manera grosera a hacer un show por las redes sociales. El pueblo no los quiere, los rechaza. El pueblo ya no va a misa. No los queremos porque son unos bichos, diablos con sotana”.
Y esto lo decía sin siquiera asomarse en Mérida e hipócritamente agradeciendo al Papa por acordarse en el Ángelus de los inundados de Mérida. El jesuita Luis Ugalde, ex rector de la Universidad Andrés Bello hizo el siguiente comentario: “Cuando la Iglesia promovía la caída del dictador Perez Jimenez, era una maravilla; ahora que denuncia lo mismo con el chavismo, es diabólica. Si las derechas están en el gobierno molestamos y somos comunistas; si es la izquierda autoritaria la que manda, somos mercenarios del imperio yanqui y reaccionarios”.
El 21 de noviembre habrá elecciones de gobernadores, alcaldes, diputados regionales y concejales. A pesar de no darse las condiciones para auténticas elecciones, varios partidos de oposición, después de tres años de boicot, encararon de nuevo el diálogo con el gobierno por la mediación de Noruega y decidieron participar en las elecciones.
Escribe la revista SIC de los jesuitas de Caracas: “Participar en las elecciones es necesario, pero no suficiente. Retomar la ruta electoral es un paso necesario pero no suficiente para lograr la solución política y pacífica del conflicto. Hay que postular candidaturas únicas y unitarias, ahora que el chavismo registra el peor rechazo en 20 años. Si la oposición se presenta dividida, triunfará el gobierno. Hay que capitalizar el 80% de rechazo al gobierno y ganar con propuestas creíbles, consensuadas y con un amplio margen, si se quiere evitar la consabida denuncia de fraude. El torneo de insultos y descalificaciones entre dirigentes políticos que se mantienen de espaldas a las necesidades de la gente, solo llevará a la abstención”.
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