CAMBIO CLIMÁTICO: MENSAJE ECUMÉNICO

Unas semanas antes de que los líderes mundiales se reúnan para la Conferencia de la ONU sobre el cambio climático en Glasgow (COP26), el papa Francisco pidió a los católicos unirse a la iniciativa “Tiempo de la Creación” que durará del primero de septiembre al 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís.

Pide “rezar y promover acciones decisivas y urgentes para transformar esta crisis climática en una oportunidad”, cuestionar el consumismo yendo “hacia estilos de vida más sencillos y sobrios, respetuosos del medio ambiente”. El “Tiempo de la Creación” es una celebración ecuménica de oración y acción en favor de nuestra Casa Común. Se trata de una iniciativa anual del Consejo Mundial de las Iglesias refrendada en 2015 por el papa Francisco para la Iglesia Católica. El lema este año es: “¿Una casa para todos?. Renovando el “oikos” (=casa) de Dios”.

Los cristianos representan el 25% de la población mundial y estas cinco semanas pueden influir para una nueva política ambiental. Se espera un mensaje común del papa Francisco, del patriarca ortodoxo Bartolomé y del líder de la Iglesia Anglicana Justin Welby.
El pasado 9 de agosto la ONU publicó el informe de un grupo de expertos firmado por 234 científicos de 195 países que anuncia que estamos cerca de un “punto de no retorno».
Según ellos, el calentamiento global ya ha alcanzado niveles que los científicos calculaban que no llegarían antes de diez años. Esto se tradujo en inundaciones y en tragedias medioambientales con una intensidad y frecuencia que nunca hubo antes. Esta situación está causada en su mayor parte por la acción humana y el modelo de desarrollo depredador que prevalece en todos los continentes. Hay un momento en que nuestro consumo de recursos naturales supera lo que la tierra puede regenerar; y este momento ya ha tenido lugar. Llegamos tarde y esto tiene inmensas repercusiones.

Según el monje teólogo brasileño Marcelo Barros “todos los esfuerzos para detener el cambio climático serán inútiles si la humanidad no es capaz de superar la economía capitalista que es depredadora en sí misma y acumula riquezas para unos pocos y a cualquier costo. Como ha dicho el Papa en Laudato si´, la ecología ambiental depende de la ecología social; es necesario escuchar el grito de la tierra articulado con el grito de los pobres. La salud de la tierra es nuestra salud.  Hay que multiplicar los grupos de base y pastorales sociales que denuncian el agronegocio y los agrotóxicos, la tala ilegal de árboles, los cultivos ilícitos y también los males causados por las empresas mineras que avasallan con violencia las comunidades indígenas y contaminan ríos y selvas. El cuidado amoroso de la madre tierra, del agua y de todo ser viviente forma parte del testimonio urgente y fundamental que tenemos que brindar los que creemos en el Dios creador de este mundo”.