NIGERIA: ¿GENOCIDIO de CRISTIANOS?

primer plano de una mujer nigeriana con un bebe en brazos. ambos llevan ropas coloridas, la joven usa un rosario al cuello, que el bebe se lleva a la boca, con la mirada distraida.
Nigeria enfrenta aumento de violencia anticristiana.

Según las pocas noticias que llegan de ese país, tan solo durante los primeros 200 días de este año han sido asesinados 17 cristianos por día, de parte de terroristas islamistas: un total de 3.462 cristianos, incluyendo a 10 sacerdotes católicos y pastores protestantes y unas 300 iglesias atacadas o quemadas. Todos estos crímenes se realizan con impunidad total, rodeados por el silencio y la indiferencia internacional.

Nigeria es uno de los países más poblados de África con 151 millones de habitantes, mitad musulmanes sobre todo en el norte y mitad cristianos sobre todo en el sur. En el norte los extremistas de ISIS, Al-Qaeda y Boko Haram, operan libremente para crear un estado islámico, con la cobertura de las mismas fuerzas de seguridad y la ausencia total del gobierno central; secuestran, matan, saquean, queman y destruyen, convierten a la fuerza a los cristianos.

Cientos de miles de cristianos han huido de sus hogares. Hubo 2.980 secuestros de cristianos entre el primero de enero y el 18 de julio de este año, según Intersociety. En abril fueron asesinados dos sacerdotes mientras celebraban misa y también una veintena de cristianos que participaban de la misma en la catedral de Benue.
A sus víctimas les cortan las manos y los obligan a caminar en la plaza de las aldeas para crear pánico. A las mujeres las secuestran para venderlas como esclavas sexuales. Nigeria está entre los primeros diez países en el mundo donde es más fuerte y cruel la persecución a los cristianos; miles de cristianos han sido asesinados en los últimos años y 13 mil iglesias destruidas o cerradas. Desde los últimos tres años, casi todos los estados del norte del país están controlados por estas organizaciones criminales, si bien muchos musulmanes moderados se oponen a esta barbarie.

El sacerdote Sam Ebute en Kagoro ha tenido que enterrar a 21 de sus feligreses asesinados en un ataque a los jóvenes cristianos reunidos en un encuentro pastoral. Según escribe Ebute: “la gente tiene miedo a salir de casa, hasta no se atreve a ir a trabajar en los cultivos. Nos consuela el hecho de que Dios no está muerto y que nos está viendo. El tiempo de Dios llegará. Confiamos en Él. La sangre de estos mártires no habrá sido en vano”.
Desde Lagos la Conferencia Episcopal denunció repetidas veces estos crímenes y la ineficiencia del gobierno; pidió el estado de emergencia para todo el país y la redacción de una nueva Constitución para un país donde son demasiadas las discriminaciones para con los no musulmanes.