El 10 de julio se ha realizado una reunión virtual preparatoria para el cuarto Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que se realizará con la presencia del Papa en setiembre. En este primer encuentro por videoconferencia participaron 200 representantes de 54 países de todos los continentes con el cardenal Peter Turkson en nombre del Papa.
Se habló sobre el impacto del Covid en los trabajadores más humildes (migrantes, cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes, limpiadores de parabrisas, artesanos, pescadores, peones del campo, mineros, obreros de empresas recuperadas, villeros, cooperativistas) y en septiembre se seguirá hablando de lo mismo para compartir el trabajo y buscar soluciones a los problemas.
Ya hubo tres encuentros anteriores: en 2014 en el Vaticano; en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) en 2015 y en el Vaticano en 2016.
El lema que los une es: “Tierra, techo, trabajo” que ha sido adoptado por el mismo papa Francisco que lo recuerda en Fratelli Tutti (n.127) como derechos sagrados para todos.
Desde hace siete años estos trabajadores marginales de las periferias se reúnen y se organizan bajo el auspicio del Papa para compartir sus luchas y proponer soluciones alternativas al sistema vigente y excluyente. Se busca enfrentar las causas estructurales de la pobreza y de la injusticia, con solidaridad y sin violencia. El Papa ha pedido que no haya trabajadores sin derechos y el acceso universal a las tres T; “tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal para los que realizan estas tareas nobles e insustituibles”, dijo. El Papa y los movimientos han sido acusados de populistas; por el contrario el Papa mismo ha aclarado que se trata de una “rebelión pacífica contra el populismo que usa y se abusa del pueblo ya sea desde la derecha como de la izquierda; hace falta una política donde no se trabaja “para” el pueblo desde arriba, sino “con” el pueblo desde abajo”.
A la Iglesia ha pedido una actitud samaritana hacia ese archipiélago de los que no cuentan, de los irrelevantes, de los invisibles y superar el paternalismo y el asistencialismo. También ha pedido a todas las diócesis del mundo que “tengan una colaboración sostenida con los movimientos populares”, más allá de toda diferencia política o religiosa.
El Comité Organizador está integrado entre otros por Joao Pedro Stédile de los SinTierra y Vía Campesina (Brasil), Juan Grabois de Trabajadores Excluidos y Economía Popular (Argentina) y delegados de otras organizaciones parecidas de España, Italia, Estados Unidos, India, etc.
El Comité Organizador mantiene un diálogo permanente con la Santa Sede a través del Dicasterio para el Desarrollo Humano. Los discursos pronunciados hasta ahora por el Papa a estos Movimientos son considerados como una nueva “Rerum Novarum” para nuestro tiempo. Al mismo tiempo se advirtió en el reciente encuentro “el peligro que hay en la Iglesia de renegar o domesticar las enseñanzas del papa Francisco”.
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