OXFAM: SOBRAN VACUNAS a PAÍSES RICOS

llegada de las primeras vacunas a Ghana. funcionarios del aeropuerto cargan las cajas en camiones. se ven logos de covax y unicef.
Ghana: llegada en febrero pasado del primer embarque de vacunas distribuido por COVAX.

Según Oxfam el 85% de los millones de vacunas administradas a nivel global, se destinaron a los países más ricos; una cuarta parte a los países del G7 que albergan el 10% de la población mundial. Canadá se reservó diez dosis por persona. Según Radio Canada International, más del 80% de los canadienses aboga por la donación de las dosis que no necesitarán.

Los países pobres cuentan actualmente con solo el 0,3% de las dosis inyectadas. En la cumbre del G7, los países más ricos se comprometieron a donar mil millones de dosis; aún resta saber cómo y si se complementará esa cifra.
Además, según Oxfam se necesitarían por lo menos 11 mil millones de dosis para erradicar la pandemia.
Según Amnistía Internacional “la donación del G7 ni siquiera se aproxima a las necesidades y tampoco aborda los problemas de raíz. Huele a interés propio, especialmente si se consideran los datos que apuntan a que los países del G7 tendrán un excedente de 3 mil millones de dosis a fin de año”.
Las farmacéuticas siguen manteniendo su monopolio y se niegan a compartir su fórmula y tecnología para promover productores calificados a fin de que se suministren las vacunas en todos los países; hay países que tienen la capacidad de producir las vacunas, pero no pueden hacerlo porque no tienen licencia.
El pedido del Papa al G7 para eliminar las patentes no fue escuchado. El director de la OMS ha recordado inútilmente que lo peor del Covid aún tiene que llegar para muchos países y tendrán que enfrentarlo sin vacunas. Algunos países no llegan a vacunar ni al esencial personal médico y de enfermería.
Según la Oxfam si no se liberan las patentes, con el ritmo de vacunación actual los países más pobres tendrán que esperar 57 años para vacunar a toda su población.
El covid va más rápido que las vacunas y más de diez mil personas mueren cada día. A pesar del éxito de las vacunas y el pedido de más de cien países para liberar las patentes, el gran problema es su reparto sumamente desigual. Iñigo Macías de Oxfam dijo: “Resulta obsceno que el Reino Unido, Alemania y otros países ricos con capacidad de vacunar a toda su población, impidan a los países pobres producir las dosis de vacunas que precisan para salvar vidas”.
En un mundo tan desigual el reparto de las vacunas sigue un patrón muy similar al de la distribución de la riqueza; parece  que el mundo no ha aprendido nada de la pandemia. El secretario de la ONU Antonio Guterres confirmó: “Hasta ahora la distribución de vacunas ha sido muy desigual e injusta; es interés de todos que la población mundial reciba su inyección cuanto antes”.
El papa Francisco recordó:  “El verdadero virus es el individualismo que no nos hace más libres, ni más iguales, ni más hermanos sino que nos transforma en personas y países egoístas, indiferentes al sufrimiento ajeno”.