FRANCISCO: “PROPIEDAD PRIVADA, UN DERECHO SECUNDARIO”

cinco mujeres qom manifestando por la tierra. parecen estar en una parada de omnibus. son de mediana edad, visten ropa urbana estandar y llevan carteles escritos a mano, que dicen: la tierra es nuestra vida
Reclamos por tierras usurpadas a la comunidad Qom Potae Napocna Navogoh, en Formosa, Argentina.

Hablando en la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra a través de un videomensaje el papa Francisco volvió a insistir en que “la propiedad privada es un derecho secundario frente al derecho primario de la destinación universal de los bienes” y pidió una “reforma a fondo de la economía mundial para no sacrificar a tanta gente en el altar del progreso. Hay que garantizar que todos tengan la protección que necesitan para su situación: enfermedad, edad, discapacidades, desplazamiento, marginalidad o dependencia”.

El Papa denunció que “hay demasiados desocupados, retraso de la incorporación de los jóvenes en el mercado laboral, aumento del trabajo infantil, inseguridad alimentaria. Son inaceptables las violencias contra la mujer en el trabajo (trabajadoras domésticas, vendedoras ambulantes…), contra los trabajadores informales, los inmigrantes que quedan excluidos del acceso a lo que es prevención de las enfermedades, tratamiento y atención, seguro social. No se puede hablar de progreso de la sociedad cuando se descarta a tanta gente o el trabajo no se da en condiciones decentes y dignas. El riesgo es ser atacados por un virus todavía peor que el Covid, el virus de la indiferencia egoísta. Este virus se propaga al pensar que la vida es mejor si es mejor para mí y que todo va bien si me va bien a mí”.
El Papa reivindicó los sindicatos, pero “cuando un sindicato se corrompe, se transforma en un grupo de seudopatrones, también distanciados del pueblo”. 
Lo que más escandalizó a ciertos ambientes fue la frase del Papa sobre la propiedad privada como “derecho secundario”. El diario argentino “Clarín” del 18 de junio titulaba: “Polémicas declaraciones del Papa”, como si se tratara de una simple opinión personal del Papa y no de la doctrina o moral social que la Iglesia enseña desde siempre sobre la propiedad privada, aunque para el capitalismo sea un derecho absoluto e ilimitado.
A Francisco se lo tilda de izquierdista, y hasta de comunista, por predicar una doctrina social que ha sido formulada con la revolución industrial en tiempos de León XIII a fines del 800, sobre la base del Evangelio y lo que predicaron los primeros Padres de la Iglesia. Esta doctrina fue enseñada por todos los Papas que vinieron después, inclusive por el mismo Juan Pablo II que contribuyó a la caída del comunismo.
Decir que la propiedad privada, que es un derecho natural, sea un derecho “secundario” no significa que deba ser abolido por una política de colectivización. Es un derecho legítimo y es un derecho de todos, pero debe ser regulado institucionalmente en su aplicación y estar subordinado al bien común de todos, para que no sea fuente de concentración de bienes en pocas manos, especulación, privilegios y desigualdades. Hay un derecho anterior que es el de todos, al uso de los bienes de la tierra para su subsistencia. Hay un derecho primario que es la dignidad y los derechos de cada ser humano: el derecho a la vida y a vivir  dignamente de cualquiera.
Decía Pablo VI en Populorum Progressio (n.24): “No hay ninguna razón para reservarse para uso exclusivo propio lo que supera a las propias necesidades, cuando a los demás les falta lo necesario para vivir”.