El llamado “doctor de los pobres” (+ 1919 ), por su atención desinteresada a los más humildes, fue beatificado el 30 de abril en Caracas. En esta ocasión el Papa en un mensaje grabado pidió reconciliación y unidad nacional a todos los dirigentes para el bien del país.
Pidió Francisco: “Que el nuevo beato inspire a todos y en particular a los dirigentes de la sociedad a desempeñarse seriamente para el logro de una unidad operativa, de la unidad nacional para el bien de Venezuela. Esta celebración en torno a la figura del “médico del pueblo” exige dar pasos concretos a favor de la unidad, sin dejarse vencer por el desaliento. Implica ser capaces de reconocernos como iguales, hermanos e hijos de una misma patria”.
Como ya en otras ocasiones y contra el intento de ponerlo en contraste con los obispos locales, el Papa manifiesta su unidad de criterio y actuación con los obispos recordando que “al igual que mis hermanos obispos, conozco bien la situación, las prolongadas penalidades y angustias del pueblo que se han visto agravadas por la terrible pandemia”; se refiere a la crisis humanitaria, a los presos políticos, a los emigrantes…
El Papa finalmente expresó su deseo de visitar el país: “Quiero visitarlos para acompañarlos en este camino de unidad nacional”. Según el teólogo venezolano Rafael Luciani “el Papa sigue coherente con las cuatro condiciones que el Vaticano puso el 2 de diciembre de 2014 para el diálogo y una verdadera negociación con el gobierno; y agrega una nueva: ‘que los problemas se resuelvan internamente entre venezolanos y sin ninguna intervención extranjera’. El Papa ha reconocido el fracaso de anteriores diálogos porque las condiciones no eran aceptadas, pero la alternativa no puede ser la guerra ni la violencia”.
Según el director de la revista SIC de los jesuitas venezolanos Juan Salvador Perez, “para el Vaticano el problema de Venezuela solo tiene una verdadera solución: caminar hacia la reconciliación. En 2016 el secretario de estado cardenal Pietro Parolin escribió una carta al presidente pidiendo que un diálogo verdadero y una reconciliación seria se basaran sobre acuerdos que se respeten , con medidas concretas para aliviar la grave crisis humanitaria, avanzando por el camino electoral y el respeto de los derechos humanos. La vigencia de estos pedidos sigue siendo la única vía posible para superar la crisis venezolana en clave de paz; esta es la lectura correcta de la crisis. El doctor Gregorio Hernandez no es solo un santo patrono para los católicos, sino que es una figura emblemática de unidad entre todos los venezolanos más allá de razas, religiones, afiliaciones ideológicas y políticas”.
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