¿Realmente era una prostituta?

María de Magdala, llamada también María Magdalena, provenía de un pueblo situado en las orillas del Lago de Tiberíades, cerca de Cafarnaúm, ciudad en donde Jesús tenía su casa durante su ministerio en Galilea. Allí vivían Pedro y varios discípulos. El papa Gregorio I, que fue Papa entre los años 540 y 604, fue quien dijo por primera vez que María Magdalena fue prostituta antes de conocer a Jesús, y que luego de convertirse fue una de sus más fieles discípulas.
La Iglesia la reconoce como santa, pero tiene este pasado turbio, y por eso se le considera modelo de conversión y humildad.
El error de Gregorio no fue mal intencionado, ni hubo en él deseo alguno de denigrar a las mujeres.
En el Evangelio de Lucas se habla por primera vez de María de Magdala, y se la menciona a la cabeza del grupo de mujeres que seguía a Jesús.
“Jesús iba recorriendo ciudades y aldeas, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los doce, y también algunas mujeres, a las que había sanado de espíritus malos y enfermedades. María, por sobrenombre Magdalena de la que habían salido 7 demonios.
Juana, la mujer de Cuza; Susana y varias otras que lo ayudaban con sus propios bienes.” Luc. 8, 1-3
Sin embargo en el capítulo 7, 36-50, inmediatamente antes de este texto, se cuenta un incidente, que bien pudo haber ocurrido en Magdala. Jesús estaba en casa de un fariseo e irrumpe en el banquete una mujer “pecadora” de la cual no se dice su nombre, pero está claro cuál era su pecado.
Se llamaba así, a las mujeres que se prostituían. Muchos las despreciaban, pero también las usaban.
Esta mujer se pone a llorar mientras besa los pies de Jesús, luego los seca con sus cabellos. Derrama Luego un frasco de perfume, este perfume era ciertamente muy caro, y lo derrama a los pies de Jesús. Los que estaban con Jesús quedan escandalizados, pero Jesús resalta el amor de la mujer y su deseo de agradecer el perdón que se le ha ofrecido. Jesús reprocha a Simón el Fariseo su falta de amor, y le muestra a esta mujer pecadora como ejemplo de amor y gratitud.
Luego dice a la mujer “Tu fe te ha salvado, vete en paz.”
Enseguida viene el pasaje donde se menciona a las mujeres y a María Magdalena se le menciona en primer lugar y se dice que Jesús le había liberado de 7 demonios que le atormentaban.
Así, tomando a los siete demonios como una referencia a la cantidad de pecados que tenía Magdalena, la identifica con la mujer del banquete, que ciertamente era una prostituta y luego afirma que era un ejemplo de humildad y conversión.
De hecho Gregorio habla aquí para consolar a las pobres mujeres que había en Roma, que aquejadas por la pobreza y el hambre se habían tenido que prostituir.
El Papa toma la figura de Magdalena para darles esperanza a las que se sentían indignas ya que se habían prostituido o habían sido deshonradas en los enfrentamientos y guerras que habían tenido lugar en Italia.
Él dijo en su homilía que María de Magdala había superado sus pecados con la ayuda de Jesús.
De ella salieron 7 demonios según afirma Lucas. Gregorio dijo que esto era ciertamente un símbolo de que había cometido muchos pecados, ya que siete es un número simbólico que significa plenitud. Así identifica a la Magdalena, con la hermana de Lázaro, a quien Jesús había resucitado, y que vivía con él, y con su hermana Marta en Betania. Tal vez este error se produjo, porque María hizo en una cena en Betania, lo mismo que la mujer pecadora de Lucas 7, derramando un perfume muy costoso, en los pies de Jesús. (Cfr. Jn. 12, 1-8)
Otros la identificaron con la mujer adúltera a la que Jesús salvó de morir apedreada. Esto hizo por ejemplo Mel Gibson, en su película, la Pasión de Cristo.
Hay que decir, sí, que el papa Gregorio I cometió aquí un error.
María de Betania, no era de Magdala, y muchas mujeres en esa época se llamaban María, eso no tiene nada de raro. Pues la hermana de Moisés se llamaba así, y muchas personas les ponían ese nombre a sus hijas. Así como nosotros le ponemos María a nuestras hijas por la mamá de Jesús.
También había muchos judíos que se llamaban Judas o Judá. porque tanto el patriarca hijo de Jacob, que le dio el nombre a la tribu de Judá se llamaba así. Este también era el nombre de un héroe hebreo que liberó a Israel del Imperio Sirio, y que se llamaba Judas el Macabeo.
Lamentablemente, debido a lo que hizo Judas Iscariote, no hay madres que hoy se atrevan a poner ese nombre a sus hijos hoy en día.
Concluyendo, podemos afirmar con total certeza que la adúltera y María de Betania nada tienen que ver con María de Magdala.
¿Pero era o no era la mujer pecadora del capítulo 7?
No está claro, muchos historiadores y exegetas se inclinan más bien por diferenciar a ambas mujeres.
Pero podemos sí estar seguros de que ni la adúltera ni María de Betania, eran María Magdalena.
Tampoco parece ser la misma mujer pecadora mencionada en el capítulo 7 de Lucas, aunque de esto último no hay pruebas concluyentes.
Hubo otro intento de hacer de esta mujer una prostituta.
En el Talmud, un libro venerable de los judíos, que contiene escritos muy antiguos, de varios rabinos ilustres, y algunos datan de la época de Jesús. Allí se menciona a Jesús, y a sus discípulos. A Jesús lo llaman “Ben Panthera”, o sea hijo de Panthera, que según cuentan era un soldado romano, que aparentemente violó a María, la madre de Jesús. Esta le contó a José que había sido el Espíritu Santo, y el bueno de José se la creyó.
Así que para estos escritores Jesús era hijo de prostitución, esto era una tremenda deshonra en la época. Pero ya sabemos que esto es un escrito hecho por los enemigos de Jesús. También dicen que era un mago tenebroso, y que los demonios lo asistían, para que engañara a la gente.
Acusación muy similar a la que encontramos en los Evangelios (Lucas 11,14-15)
Mencionan también a María Magdalena, pero la llaman “Miriam Megaddlela” que quiere decir “con cabello trenzado”. (*)
Las prostitutas llevaban en aquella época el cabello trenzado.
Claro que este escrito es difamatorio, pues proviene de los enemigos de Jesús. Con todo este documento que es muy antiguo, nos sirve para comprobar dos cosas.
Una que Jesús hacía verdaderas curaciones y los fariseos, que tenían conocimientos de medicina, no habían podido probar que las curaciones que hacía Jesús no eran auténticas.
También, que los primeros cristianos del siglo I creían ya en la concepción virginal de Jesús.
Más este documento no puede probar que María Magdalena era una prostituta.
Podría ser sí, una triste experiencia de María antes de conocer a Jesús, pero si es una calumnia podría ser eso y nada más.
Los hallazgos de Magdala
La arqueóloga católica Jennifer Ristine hizo algunos descubrimientos, en la zona donde estuvo el pueblo natal de María.
En tiempo de Jesús, Magdala era un pueblo próspero, y trabajaba en la industria del pescado.
Se encontraron los restos de una sinagoga de la época de Jesús. También se encontró una representación del Templo de Jerusalén hecha en piedra de la región; baños de purificación ritual; casas domésticas bastante lujosas, y hasta un puerto.
Estos descubrimientos sugieren que Magdala era un enclave rico.
Por eso María podía ayudar a Jesús y a su comunidad económicamente como dice el comienzo del capítulo 8 de Lucas, o sea que probablemente fuera una mujer adinerada.
¿Y si había sido prostituta, qué?
Gregorio no tenía intención de humillarla, como dicen algunas personas trasnochadas.
Eso está claro. También está claro que la Iglesia la considera una santa.
No en vano su comportamiento en la crisis de la Pasión fue ejemplar.
Fue mucho más valiente que los apóstoles y discípulos varones que salieron huyendo y dejaron a Jesús solo en el huerto de Getsemaní (Mc. 14,50) O que Pedro, que negó conocer a Jesús (Mt. 26,69-75).
María, junto al discípulo amado estuvo al pie de la Cruz. Acompañó a su Maestro hasta el final (Jn. 19,25).
Por eso fue la primera persona en ver al Señor Resucitado (Jn.20,1-18).
Ella estuvo probablemente junto a los apóstoles orando y esperando la venida del Espíritu Santo, pues el texto habla de algunas mujeres que estaban junto a ellos y a María la madre de Jesús (Hechos, 1,14).
El hecho de que se la mencione tanto, significa que ella era muy importante en la comunidad primitiva. Era más que una seguidora común, era una líder.
No es de extrañar esto, las mujeres ocuparon en la primitiva un lugar importante.
Por ejemplo, Lidia en la comunidad de Filipos, (Hech.16, 13-14) o Priscila, que junto a su esposo Aquila eran colaboradores muy importantes (Hech. 18, 1-4) tanto que terminaron de formar teológicamente a Apolo, un predicador muy hábil a favor de Jesús, pero que necesitaba completar su formación (Hech. 18, 26-28).
No importa su vida pasada, y sus pecados. Simón el Zelote, era un guerrillero que creía en la violencia como método de liberación antes de conocer a Jesús. San Mateo, era un cobrador de impuestos muy corrupto.
Pero el conocer a Jesús cambió a todos ellos. Como nos cambió a nosotros. ¿Hay alguno de nosotros que sea santo inmaculado o puro?
Eduardo Ojeda
(*) El nombre de María es de origen sirio, y significa, “princesa del mar” pero en hebreo se traduce como Miriam.
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