
Desde el 8 de octubre del año pasado el jesuita p.Stan Swamy, de 84 años y enfermo de Parkinson, está preso por la falsa acusación de subversión, en base a la ley antiterrorista del actual gobierno nacionalista de Naredra Modi. Dos mil quinientos académicos, artistas, intelectuales, religiosos y periodistas han hecho pública su solidaridad para con el sacerdote y tildan la condena de “ir más allá de cualquier comprensión».
«Swamy es un símbolo de la tragedia de miles de personas que esperan el juicio y mientras tanto se marchitan en las cárceles por años. Swamy es conocido como una persona excepcionalmente honesta y desinteresada, sin antecedentes de violencia alguna, que se ha merecido nuestra máxima estima por lo que es como persona y por su trabajo”. En realidad fueron los fundamentalistas religiosos hindúes que lo acusaron falsamente por ser defensor de los tribales, de los “dalit” y sus derechos. Con el respaldo implícito del gobierno, muchos defensores de los derechos humanos son perseguidos por oponerse a las políticas del gobierno y se los tilda de terroristas, criminales, antinacionales.
Por su parte el p.Stan manifestó desde la cárcel: ”Estoy contento de no ser un espectador silencioso de estas injusticias; soy parte de un juego que estoy dispuesto a jugar hasta el final y a pagar su precio por ello, sea cual sea”. La Alta Comisaria de la ONU por los Derechos Humanos Michelle Bachelet salió a defender al sacerdote y denunció “el encarcelamiento de personas por el solo hecho de defender los derechos humanos que la India está obligada a proteger”. Para las minorías religiosas rige en muchas partes no solo la discriminación sino también una ley anti-conversión.
Hace poco 150 extremistas hindúes en Mumbai han hecho bajar del tren a dos monjas con dos novicias y llevadas a la comisaría entre insultos con la acusación de secuestrar a las dos jóvenes indias para convertirlas. India es un estado laico con una población de 1.320 millones de habitantes, en su gran mayoría de religión hinduista. La primera minoría son los musulmanes (172 millones) que son los más perseguidos; después de Indonesia y Pakistán, India es el país con mayor número de musulmanes. Los cristianos son alrededor de 30 millones, de los cuales 17 millones son católicos. Aún siendo minoría los cristianos son atacados por ayudar y educar a los “intocables”. OPEN DOORS incluye a la India entre los diez países más peligrosos para los cristianos.
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