BRASIL: MANIFIESTO CONTRA EL EXTERMINIO

Vacunador usando vestimenta de protección y máscara facial plástica junto con tapabocas con la bandera de Brasil, aplica vacuna en el brazo de una mujer indígena de edad avanzada, que usa tapabocas descartable. Lleva una camiseta con leyenda en inglés. Al fondo otro integrante del equipo de salud también con vestimenta protectora, observaEl Manifiesto, firmado entre otros por Leonardo Boff, Frei Betto, el obispo Mauro Morelli, los curas Marcelo Barros y Julio Lancellotti y más de cien mil personas de todo el país ha sacudido la modorra de muchos brasileros… Brasil es el tercer país del mundo más afectado por la pandemia después de Estados Unidos y la India; y el primero en América Latina.

El manifiesto se titula: “Carta abierta a la humanidad” y empieza diciendo: “Brasil pide ayuda. Vivimos tiempos aciagos en los que las personas peores han perdido el miedo y los mejores han perdido la esperanza. No sabemos a quién dirigirnos. La pandemia está matando al pueblo brasilero. Los que podrían hacer algo, no lo hacen. Hasta ahora los muertos equivalen a 6 guerras del Paraguay; en dicha guerra murieron 50 mil soldados brasileros y ahora por la pandemia casi 300 mil personas. No podemos quedarnos sin hacer nada frente a una guerra interna  cuyo enemigo principal es el mismo presidente. Somos rehenes del genocida Jair Bolsonaro que ostenta la presidencia de Brasil junto con una banda de fanáticos impulsados por la irracionalidad fascista. Este presidente sin humanidad niega la ciencia, la vida, la protección del medio ambiente, la compasión hacia los que sufren. El odio es su razón de ejercer el poder. Brasil sufre un colapso intencional del sistema de salud. El descuido de la vacunación y de las medidas preventivas, el fomento de la aglomeración y la ruptura del confinamiento, sumados a una ausencia total de una política de la salud, han creado el ambiente ideal para nuevas variantes del virus que ponen en peligro no solo a nuestra población sino también a los países vecinos. El virus amazónico, altamente peligroso, ya ha invadido el país y ha llegado hasta USA. Vemos con horror el exterminio sistemático de los pobres, de los quilombolas e indígenas. Brasil ha llegado a ser una “cámara a gas” a cielo abierto. El gobierno de Bolsonaro se ha convertido ahora en una amenaza global. Apelamos a las organizaciones nacionales e internacionales en defensa de los derechos humanos e instamos a la Corte Penal Internacional a que condene urgentemente la política genocida de este gobierno que amenaza a la misma civilización. La vida está ante todo”.
El gobierno de Bolsonaro se sostiene gracias a los militares. Más de 11 mil militares están ocupando cargos de gestión en el sector público, sin ninguna capacitación profesional; el Ministerio de Salud se ha convertido en un cuartel al mando del general Eduardo Pazuello. Son ellos, los militares, quienes mandan y controlan las riendas del poder.