En noviembre pasado el hecho de que el gobierno decretara la prohibición total del aborto para lo cual los obispos, aliados con el gobierno conservador, habían presionado, fue el pretexto para masivas protestas callejeras contra el gobierno autoritario de Andrzej Duda pero también contra la Iglesia y con ataques a los templos. Muchos católicos han desertado de la Iglesia por haberse ella casado con el gobierno, tener demasiada influencia en la política, en la educación y en el gasto público.
Se denuncian los vínculos estrechos de la Iglesia con el partido gobernante ultraconservador “Ley y justicia”. Es muy difundida en Polonia la idea de que la Iglesia y la identidad nacional polaca son una cosa sola, semejante a lo que fue el nacionalcatolicismo español; sin embargo son cada vez más los clérigos que piden la separación de la Iglesia y el estado y que el clero se retire de la política. Actualmente la cuestión del aborto y la homosexualidad han creado graves conflictos. El arzobispo Marek Jedraszewski apoya la represión del gobierno contra los LGBT que -para él- son “una plaga que se está propagando en todo el país”.
Hay una línea dura en la Iglesia en los debates sobre igualdad de género, el colectivo LGTB y el feminismo. Los más jóvenes están dejando la Iglesia porque ésta quiere imponer sus enseñanzas a todos los ciudadanos. El hecho de los abusos sexuales del clero y que se haya practicado su encubrimiento por parte de los obispos hizo caer la confianza en la Iglesia al 40%. Solo el 9% de los jóvenes polacos de 18 a 29 años tiene una opinión positiva sobre la Iglesia hoy, según la encuestadora IBRIS. Han aumentado las apostasías declaradas y las deserciones a las clases de religión en la escuela pública.
Según el historiador Dariusz Stola “después que la Iglesia jugó un papel crucial en la transición del comunismo a la democracia, se enredó constantemente en los últimos 20 años en los asuntos políticos de la nación aliándose con la derecha populista y ahora la Iglesia está pagando las consecuencias ya que esta alianza está siendo cuestionada dentro y fuera de la Iglesia”. El gobierno autoritario y populista de Duda se presenta desde 2015 como un gobierno católico, nacionalista, defensor de los valores tradicionales y denigra a sus oponentes como anticristianos y antipolacos. Ha eliminado en gran medida la independencia del poder judicial y bloqueado la inmigración porque considera que los inmigrantes son una amenaza para la civilización cristiana.
Debe estar conectado para enviar un comentario.