ALEMANIA: ¿CUÁL SINODALIDAD?

foto de torso de la dra. Gilles, que sonríe durante una conferencia de prensa. Al fondo parte del logo de la Conferencia Episcopal y web de la misma: dbk.deHa sido elegida por primera vez como secretaria de la Conferencia Episcopal Alemana una mujer: Beate Gilles. Se trata de una teóloga con grandes dotes organizativas. Ese cargo, que hasta ahora lo ejercía un sacerdote jesuita, siempre había sido un cargo de varones. Aunque ella no será miembro con derecho a voto en las asambleas, tendrá un liderazgo significativo entre los 68 obispos y tendrá que relacionarse con las distintas diócesis. El camino sinodal alemán sigue sin prisa ni pausa.

En Essen, Sandra Schnell será la primera mujer en dirigir una parroquia. Será asistida por un sacerdote que celebrará misa y administrará los sacramentos. Para el obispo de Essen, Franz-Josef  Verbeck, ha sido una respuesta a la grave carencia de sacerdotes. A los que denuncian el peligro de una iglesia nacional independiente el portavoz de la Conferencia Episcopal Matthias Kopp ha respondido: “La Iglesia en Alemania no adoptará un camino especial sin Roma, cuando se trate de cuestiones de relevancia para la Iglesia universal”. Lo que preocupa a la Iglesia alemana es la deserción de los católicos. “Es el éxodo de católicos más grande de todos los tiempos”, ha dicho el teólogo católico Thomas Schuller de la Universidad de Munster. Sea la Iglesia Católica como la Evangélica, igual que los partidos políticos y los sindicatos, pierden afiliados e influencia pública. La mayoría de los católicos ya no son alcanzados por la Iglesia. Solo el 52% de los alemanes se profesa católico o protestante. Avanza la secularización y la increencia. El arzobispo de Colonia Rainer Maria Woelki que se opone al sínodo e impidió la publicación de un informe sobre abusos sexuales de clérigos en su diócesis, provocó la rebelión y la protesta de decenas de párrocos de su diócesis que desean más transparencia en la Iglesia. El obispo dehoniano Heiner Wilmer dijo: “No hay que posicionarse sobre el “siempre se hizo así”. Los tiempos están cambiando y no cambiar en la Iglesia sería traicionar el evangelio. El camino sinodal es imparable y lo muestra el compromiso y la satisfacción de los participantes”. Escribe el teólogo español Jesús Martinez Gordo: “Hasta ahora en los Sínodos de Obispos, nombrados casi todos a dedo,  ellos tienen la última palabra y a los demás bautizados solo les queda la “recepción” o sea asumir lo aprobado por los sinodales. El papa Francisco propone la sinodalidad a través de las consultas al Pueblo de Dios. Los obispos alemanes también hablan de sinodalidad pero van más allá y abren a la participación de los laicos/as tanto en el diagnóstico de la situación como en las votaciones  con carácter no solo consultivo sino deliberativo, en temas ya sea de orden estructural o magisterial. Estas distintas concepciones de sinodalidad serán debatidas en el Sínodo de Obispos de 2022”. Hace poco tiempo el Papa ha manifestado a los obispos italianos la necesidad de impulsar un Sínodo nacional empezando “desde abajo” promoviendo un proceso que antes que nada garantice las prioridades y mueva las aguas estancadas.