ARGENTINA: PREPOTENCIA Y BIEN COMÚN

una mujer de mediana edad durante una manifestación muestra sus heridas por balas de goma en torso y rostro
Formosa, Argentina. 2021.

Las desmedidas represiones policiales que hubo días pasados en la provincia de Formosa contra ciudadanos que protestaban pacíficamente contra las excesivas medidas sanitarias del gobierno autoritario de Gildo Insfran, un político que rige la provincia desde 1995 como un feudo personal, ha hecho que la comisión permanente de obispos de la CEA dieran un comunicado.

En el comunicado los obispos aclaran que “las medidas sanitarias hay que adoptarlas dentro de la razonabilidad y conforme al contexto de la circulación del virus; pero de ninguna manera puede aceptarse el ejercicio de cualquier forma de represión violenta contra ciudadanos que reclaman por la plena vigencia de sus derechos humanos y sociales. Hay que impulsar el diálogo y la amistad social para alejar definitivamente cualquier forma de prepotencia personal e institucional, propios de otros tiempos trágicos de nuestra historia”. El comunicado está firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal Oscar Vicente Ojea, el cardenal Mario Poli, los obispos Marcelo Colombo y Carlos Malfa. Las enérgicas palabras de los obispos  fueron una respuesta también a los medios vinculados con el partido gobernante que hablaron de una “campaña de desprestigio contra el gobierno”. Sobre el gobierno de Gildo Insfran recayeron desde hace tiempo severas denuncias nacionales e internacionales de violaciones contra los derechos humanos.  En el sur los obispos del Chubut se declararon en contra de un proyecto del gobierno de megaminería a cielo abierto. Los 11 obispos del noreste argentino (NOA) expresaron su preocupación por los funcionarios de los tres poderes del estado y muchos dirigentes que “anteponen el bien personal, partidario o sectorial, por encima del bien común. La democracia se viene debilitando en el país por la falta de escucha, de diálogo y encuentro. La democracia está amenazada por la falta de respeto a la división de los poderes, a la independencia de la Justicia, a la participación civil de los actores sociales, a la dignidad del niño por nacer, a los ancianos, a la mujer vulnerada, a los pueblos originarios”. Y terminan diciendo: “Invitamos a respetar rigurosamente la Constitución, recordando el ejemplo del próximo beato argentino Fray Mamerto Esquiú”. También los evangélicos de ACIERA estimaron que “quienes deberían obrar como servidores públicos se muestran más preocupados en conseguir espacios de impunidad que en el bien común, aunque esto no sea patrimonio de un solo sector”.