FILIPINAS: IGLESIA CUMPLE 500 AÑOS

página web conmemorativa, con el logo y dos obispos en misa
Sitio web de los 500 años de cristianismo filipino.

La Iglesia de Filipinas celebra este año 500 años de la llegada del Cristianismo al país, que ahora cuenta con 110 millones de habitantes. Es el país más católico del mundo después de Brasil y México. De los 120 millones de católicos asiáticos, más del 60% son filipinos.

El obispo Pablo David afirma: “No vamos a celebrar el colonialismo sino la fe cristiana que los primeros habitantes del país recibieron como un don, aún por parte de personas que no eran necesariamente motivados por la fe. Y esa fe se conservó y dio mucho fruto”. Por eso el logo de las celebraciones será: “Todos hemos recibido este don para compartirlo”. El Cristianismo se introdujo con la llegada a estas tierras de Magallanes en 1531 y en 1565 ya se implementaba un programa de evangelización sistemático y organizado por parte de los Agustinos, Franciscanos, Jesuitas, Dominicos… que llegaban desde España y México. Los primeros hospitales, escuelas secundarias y universidades fueron obra de congregaciones religiosas masculinas y femeninas. Siempre la religión católica fue la religión del pueblo, aunque en un primer momento no se hayan cultivado las vocaciones sacerdotales y religiosas locales. Pero ya en el Concilio Vaticano II participaban 49 obispos filipinos. Hoy la Iglesia es casi totalmente autóctona. El derrocamiento del dictador Marcos fue un movimiento de no violencia activa promovido por el cardenal Sin y grupos vinculados a la Iglesia. La vivacidad de esta Iglesia se demostró también por su actividad misionera. Ya en 2000 se contaban más de 1500 misioneros/as de 69 congregaciones religiosas en 80 países. Desde el comienzo de su mandato en 2016 el actual presidente Rodrigo Duterte está enfrentado con la Iglesia Católica. Es que numerosos miembros de la Iglesia denuncian los excesos de la guerra contra el narcotráfico que se hace reprimiendo y matando sin ir a las causas. Es un genocidio encubierto que ya se ha cobrado decenas de miles de víctimas, con numerosas ejecuciones extrajudiciales y víctimas inocentes. En abril de 2019 Duterte acusó a cuatro obispos, varios sacerdotes y laicos de promover un complot para derrocarlo. Al poco tiempo se retiraron todos los cargos por falta de pruebas. El único sacerdote juzgado “por conspiración y sedición” es Flavie Villanueva, misionero del Verbo Divino, que es director del Centro St. Arnold Jansen en Manila y acompaña a colectivos vulnerables y a personas sin hogar. “Si ser sedicioso significa brindar atención y refugio a las víctimas de esta falsa guerra contra la droga, acepto ser culpable de sedición”, dijo el religioso. Hay muchos ataques a los templos. En 2019 explotó una bomba frente a una iglesia en Cotabato con 22 heridos y se tiraron dos bombas en la catedral de la isla de Jolo con 27 muertos y 700 heridos. Recientemente el misionero laico holandés Otto Rudolf De Vries ha sido expulsado del país por colaborar, según se dijo, con los terroristas en el marco de la cuestionada ley antiterrorista querida por Duterte; también había sido expulsada anteriormente la Hermana australiana Patricia Fox después de 27 años de servicio a los más pobres.