CLARA PARDO: “EL HAMBRE NO ES CONTAGIOSA, PERO MATA”

manosunidas.org

Clara Pardo es una mujer licenciada en Derecho y Ciencias Económicas, casada y madre de dos hijos, actual presidente de la ONG católica española “Manos Unidas”. Esta organización, fundada hace 62 años y que trabaja en 58 países del Sur del mundo ha lanzado recientemente una campaña contra el hambre en el mundo con el lema: “¡Contagia solidaridad para acabar con el hambre!”.

En una entrevista, Clara Pardo manifestó: “El hambre no es contagiosa, pero también mata y mata mucho más que el Covid-19, el Sida y otras enfermedades. Hay 800 millones de personas que sobreviven con el hambre a cuestas; una novena parte de la humanidad. Si estuvieran todos juntos, serían el tercer país del mundo después de China y la India. Lamentablemente esta pandemia supone un paso atrás en la lucha contra el hambre. Vamos hacia un mundo con mayores desigualdades; y esto lo van a pagar los más pobres. No hay vacuna para el hambre; la única vacuna es la solidaridad. Al comienzo de la pandemia todos hablaban de solidaridad, de enfrentar  juntos el virus. Ahora el que llega primero con la vacuna, mejor. ¿Por cuál razón no se puede vacunar a todos los médicos , enfermeras y enfermeros también del Sur?. ¿Por qué Sudáfrica paga por la misma vacuna un precio mucho más alto que en Europa?. Vamos a agrandar la brecha de forma brutal. Hay gente que ha tenido que elegir entre morir de hambre o de covid-19. Tres mil millones de personas no tienen acceso a un grifo en casa para lavarse las manos. Nuestra aldea global parece hoy más dividida que nunca entre el rico Norte y un Sur empobrecido. La solidaridad empieza con pequeños gestos, que son lo que cambian al mundo. Colaborar económicamente; educar a nuestros hijos a que renuncien al café, al pincho de tortilla; aprender a dejar glotonerías y lujos para que otros puedan sobrevivir; interesarse por la gente necesitada… La solidaridad ha de convertirse en una forma de vida. La pandemia más vergonzante no es la falta de alimentos sino la desigualdad entre los que tendríamos que ser hermanos. Ya se habla de décadas de retroceso en los planes de desarrollo. Muchos millones de personas no se vacunarán y cuando estemos nosotros inmunizados, les cerraremos a cal y canto las fronteras. No hemos entendido que esta pandemia era la oportunidad para ponernos en la piel de los que sufren y  convencernos de que la solidaridad es posible”.
La campaña ha sido apoyada por el cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española. El cardenal lamentó que “la malnutrición cause el 45% de muertes en los niños menores de cinco años y que 66 millones de niños de edad escolar primaria asistan a clase con hambre en pleno siglo XXI”. Ponderó el trabajo de Manos Unidas añadiendo que “cuando se trata de ayudar no basta con hacer el bien sino que hay hacer las cosas bien y esto implica esmero y profesionalidad”. Estas declaraciones responden a las previsiones de la ONU que afirma que la hambruna provocada por la pandemia será más letal que el Covid 19 y el 10% de la población mundial podrían no tener suficiente comida.