
En un encuentro con catequistas el Papa hizo duras advertencias para los que se oponen a las reformas que impulsa el actual pontificado. Dijo: “El Concilio es magisterio. O se está con la Iglesia y por lo tanto se sigue y realiza el Concilio, o si no se lo sigue o interpreta cada cual a su manera , entonces no se está con la Iglesia. El Concilio no es negociable. También después del Concilio Vaticano 1º algunos obispos y laicos se alejaron de la Iglesia pretendiendo custodiar la “verdadera doctrina” y creyéndose los verdaderos católicos”. En ese orden de cosas pidió a todos aterrizar el Concilio y a la Iglesia Italiana le pidió “empezar un camino sinodal a nivel nacional comunidad por comunidad, diócesis por diócesis”. Instituyó a la vez para toda la Iglesia una Jornada Mundial para los abuelos y ancianos, a celebrarse el cuarto domingo de julio, en ocasión de la fiesta de san Joaquín y santa Ana, los abuelos de Jesús.