El lema para la Jornada Mundial de la Paz n.54 para el primero de enero de 2021 es: “No hay paz sin cultura del cuidado”. El Papa pide una cultura del cuidado de las personas y del ambiente en el marco de la “gran crisis sanitaria del Covid 19, vinculada a la crisis climática, alimentaria, económica y migratoria”.
El objetivo es que se ponga en el centro la dignidad humana y el bien común, que se priorice una sociedad fundada en la amistad social y la fraternidad tal como se nos indica en la encíclica Fratelli tutti. Ningún estado nacional aislado puede superar estas crisis. El Papa pide a todos la observancia estricta de los Derechos Humanos fundamentales, que las vacunas no sean acaparradas por lo más poderosos y estén al servicio de todos, que se constituya un Fondo Mundial contra el Hambre con el dinero destinado a la fabricación y venta de armas. Según SIPRI bastaría volver al nivel de gastos en armas de 2010, para poner a disposición 133 miles de millones de dólares, limitando la adquisición de nuevas armas. Hoy se gasta siete veces más en armas de lo que se necesitaría para vencer el hambre en el mundo. El Papa recuerda que, por la pandemia, mil millones de niños han quedado sin escuela en el mundo. Hay 57 países en los que se vive con menos de dos dólares por día. Debido a la pandemia está creciendo en todo lado una especie de Cuarto Mundo. Para el año próximo la ONU necesitará 35 mil millones de dólares para los nuevos pobres, a consecuencia de la pandemia. El Vaticano invitó también a todos los países a unirse a los 190 países que acordaron en el Acuerdo de París hace cinco años las bases para implementar los objetivos del desarrollo sustentable. Informó que se compromete a la reducción total de emisiones de gas para el 2050. Instó a escuelas y universidades católicas que asisten a más de 70 millones de estudiantes en el mundo a promover el uso racional de recursos naturales como el agua, la energía, la movilidad, la reforestación, la economía circular y la gestión de residuos. El Vaticano considera un deber moral vacunarse, como un acto de caridad para evitar nuevos contagios. El Papa se vacunará en enero con la vacuna Pfizer y lo mismo harán los 800 residentes en el Vaticano y los más de tres mil empleados y sus familias en el primer trimestre del año entrante. También el Vaticano atraviesa una severa crisis económica, pero el Papa se rehúsa a despedir empleados. Por su parte el Papa Francisco se comprometió a visitar un área entre las más golpeadas del mundo. Irá a Iraq del 5 al 8 de marzo visitando Bagdad, Mosul, Erbil, la llanura de Nínive. Hará una parada en UR de Caldea, patria de Abraham, lugar histórico que el papa Juan Pablo II quería visitar en ocasión del Jubileo de 2000, pero no pudo hacerlo por el veto de Estados Unidos y las exigencias de Saddam Hussein. Francisco fortalecerá los vínculos entre las tres religiones abrahamíticas. El gobierno de Irak, en atención a ello, dispuso que desde ahora en adelante la fiesta de Navidad será fiesta nacional también para los musulmanes. Los cristianos que en 2000 eran un millón, ahora son tan solo unos 150 mil en Irak.
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