FRANCIA: ¿PERSECUCIÓN A LA IGLESIA?

El arzobispo Pascal Wintzer de Poitiers (Francia) en un artículo sobre “La Croix” del 5 de noviembre critica la “retórica malsana, irresponsable y falsa de los católicos que afirman que la prohibición de misas públicas debido al COVID-19, es un ataque a  la religión».

Wintzer, que hace parte de la Conferencia Episcopal francesa, aclara que “es legítimo que un estado, según los datos de que dispone y en el respeto de las leyes, imponga medidas que sean en beneficio de todos, aunque restrinjan provisoriamente las libertades públicas. No es verdad que la prohibición del culto público (que entró en vigor el 2 de noviembre) sea porque el estado secular quiera supervisar constantemente e incluso controlar las religiones. Renunciar provisoriamente a la Eucaristía, no significa renunciar a la fe.

Argumentar que los cristianos están siendo perseguidos hoy en Francia por su religión, es dar alas a los islamistas que también reclaman el mismo maltrato como justificación de su terrorismo. Sería grave e irresponsable adoptar una retorica de persecución similar a la de los fanáticos islamistas; sería peligroso y falso”. Es sabido cómo algunos obispos franceses presentaron un recurso al Consejo de Estado contra la “violación desproporcionada de la libertad de culto” por parte del gobierno. Wintzer admite que la apelación es legítima, pero se pregunta si es justificada.

Por su parte, según “Europa Press”, en una entrevista el Papa ha criticado la actitud de quienes protestan ante las restricciones que se han dispuesto para limitar los efectos de la pandemia: “piensan solo en sí mismos y son incapaces de asumir que no todos tienen las mismas posibilidades y recursos para enfrentar la pandemia”. Para los que reclaman por un supuesto atropello a la libertad religiosa, en la audiencia general de comienzo de noviembre el Papa invitó otra vez a “cumplir con las recomendaciones de las autoridades políticas y sanitarias para defendernos de la pandemia”.