El cardenal Jean-Claude Hollerich es obispo de Luxemburgo y presidente del episcopado europeo (COMECE). Frente a los atentados islamistas de París, Niza y Viena ha declarado: “El objetivo de los terroristas es dividir Europa y fortalecer las fuerzas de ultraderecha y populistas. Se han aprovechado de este momento de fragilidad que estamos viviendo por la pandemia. No toleran que poblaciones y culturas muy distintas logremos convivir en paz, acordando valores comunes. En Europa hemos demostrado que es posible convivir en paz con los musulmanes y otras creencias….
…La culpa de los atentados no es de la inmigración ni del Islam, como lo han demostrado las múltiples y fuertes reacciones por parte de la instituciones musulmanas frente a los crímenes. Pero tampoco hay que bendecir las caricaturas de Mahoma. Creo que la libertad no puede ser absoluta. La libertad de expresión también debe tener en cuenta lo que piensan los demás, sus sentimientos y en especial los religiosos. Como enseña el Papa en la última encíclica, la libertad solo puede ejercerse junto con la fraternidad; de lo contrario no hay igualdad. No nos dejemos vencer por el odio y la violencia. Al odio hay que responder con la solidaridad”.
En la misma línea de pensamiento se explayó el conocido Imam de Trieste (Italia) Nader Akkad: “Los terroristas buscan desestabilizar la convivencia que hay en Europa entre pueblos y religiones, porqué las sociedades europeas son multirraciales, multiculturales, multiconfesionales. Estamos en contra del terrorismo y la violencia. El musulmán que vive en Europa es ciudadano europeo, de fe musulmana, con plenos derechos como todos y ha de trabajar para el bien de la sociedad en la que se encuentra, en armonía con sus conciudadanos. Nos adherimos al documento sobre Hermandad Humana del Papa Francisco y del Gran Imam al-Tayeb. El atentado de Niza en la basílica Notre Dame es insulto al profeta Mahoma, a la Madre Virgen del profeta Jesús, a Dios el misericordioso. Queremos que cada hombre y mujer, de cualquier religión, pueda identificarse con el grito de Francisco: “Tutti fratelli”. En cuanto a las sátiras contra Mahoma, ofenden esa hermandad. No hay que usar la religión para practicar la violencia, pero tampoco usar las palabras para tirar piedras. Yo propongo para el Islam una especie de Concilio como el Vaticano II para una reconciliación interna y una verdadera educación de nuestros jóvenes. En el mundo musulmán no hay una verdadera separación entre estado y religión y la política crea divisiones. “Islam” significa sumisión a Dios, mientras los terroristas quieren someter y usar a Dios para sus intereses. La de ellos no es una interpretación de los textos sagrados, sino una falsificación.”
También el Papa ha condenado los crímenes como “despreciables actos que quieren comprometer la colaboración fraternal entre las religiones a través de la violencia y el odio”.
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