ISLAM Y OCCIDENTE: ¿CHOQUE DE CIVILIZACIONES?

Para algunos, parecería realizarse lo que escribió Samuel Huntington en el libro: “El choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial”, donde se preanunciaba el choque entre el Islam y Occidente. Mientras el Papa frente a los crímenes islamistas en Francia exhortaba a “vencer el mal con el bien” y a la paz, el integrante de la curia vaticana Robert Sarah llamó a “combatir con fuerza y determinación contra el fanatismo monstruoso del islamismo”.

Sarah es conocido por su oposición a la emigración musulmana a Europa. Escribe el periodista católico Cameron Doody: “El cardenal ha avivado la llama de la islamofobia echando más leña al fuego de la discordia entre occidente y el mundo musulmán, impulsada por los extremistas. Su postura y la insistencia de la revista francesa y de otros medios de comunicación en publicar caricaturas ofensivas para los seguidores de Mahoma, contrastan claramente con la sensibilidad del papa Francisco que busca el acercamiento y el diálogo con el Islam”. Por su parte el obispo Robert Le Gall de Tolosa (Francia) dijo claramente: “La libertad de expresión tiene límites; no se puede burlarse de las religiones. Con estas caricaturas se echa nafta al fuego; son contra los musulmanes, pero también contra la fe cristiana”. El Papa ha suplicado varias veces de dejar de usar la religión para incitar al odio y provocar la violencia, el extremismo y el fanatismo ciego. Escribe el conocido historiador Alberto Melloni: “El verdadero Islam, que es una realidad presente y futura, tiene los instrumentos para combatir el islamismo político y el terrorismo que manipulan la religión. El Islam no se apoya en la violencia sino en la obediencia a Dios. Creo que los líderes musulmanes en Europa son personas sabias y creo por otra parte que también hay una islamofobia que crece. Es preciso respetar los sentimientos religiosos ajenos, no por el miedo a que te pongan una bomba, sino porque ese respeto es una manifestación de que me importan los derechos humanos de los demás”. No solo en Francia donde hay seis millones de musulmanes y el Islam es la segunda religión del país, sino en toda Europa donde viven 20 millones de musulmanes, la islamofobia está en pleno crecimiento. No todos ni la mayoría de los musulmanes son islamistas o yihadistas, como también es cierto que en todas las religiones hay fanáticos y extremistas.