FRANCIA: ISLAMOFOBIA Y TERRORISMO

Después de los crueles asesinatos cometidos en Francia por yihadistas a causa de las caricaturas de Mahoma en la revista satírica “Charlie Hebdo”, hubo una condena unánime del mundo árabe y por parte de los musulmanes moderados ya sea en Francia como en otros países islámicos de estos crímenes, pero también de la revista. Sin embargo el semanario siguió con el mismo tono y el presidente de la república Emmanuel Macron salió diciendo: “Francia no renunciará a las caricaturas”.

El Gran Imán de Egipto Ahmed El-Tayeb, amigo del papa Francisco, declaró: “Los homicidios perpetrados por los terroristas han sido un grave pecado y un acto criminal por parte de los que propician una ideología perversa y falsa, ajena al Islam. Esos terroristas no respetan la religión de Mahoma tal como el terrorista neozelandés que ha matado a los musulmanes en la mezquita no representa a la religión de Jesús. Pero también insultar la religión y abusar de sus símbolos sagrados bajo el pretexto de la libertad de expresión, es un explícito llamado al odio”. Por su parte el Consejo Musulmán de Ancianos declaró: ”La verdadera libertad de expresión conlleva una responsabilidad social que preserva los derechos de los demás y no utiliza la religión o los símbolos religiosos como moneda de cambio para sus intereses. Pedimos a los musulmanes de occidente que se adhieran a los valores de coexistencia, ciudadanía y fraternidad en sus respectivos países y que no se dejen arrastrar por provocaciones xenófobas que tienen como objetivo distorsionar la imagen del Islam y promover la hostilidad hacia sus creyentes. La mejor manera de combatir el odio y la islamofobia es a través de medios pacíficos y legales”. También desde Marruecos se condenó “la violencia oscurantista y bárbara que se perpetra falsamente en nombre del Islam”, pero al mismo tiempo se dijo que “la libertad de expresión no justifica de ningún modo la ridiculización, la profanación de los símbolos religiosos y la ofensa de los sentimientos religiosos de más de dos mil millones de fieles”. Desde Jordania se lamentaron los crímenes pero también “la reedición de esas imágenes ofensivas que alimentan la cultura del odio, la violencia y el terrorismo”. Al semanario satírico Charlie Hebdo parecería animarle un laicismo antirreligioso, como un resabio de tiempos pasados y que no refleja la sana laicidad moderna, respetuosa de lo religioso. Ha dicho el Papa hablando de Europa: “Ha terminado el tiempo de los confesionalismos, pero también debería haber terminado el tiempo del laicismo. Una cultura o un sistema político que no respeta la apertura a la trascendencia, no respeta adecuadamente a la persona humana”.