El ex mandatario José Mujica al dejar su banca en el senado a los 85 años, según “Página 12”, dijo: “En la vida hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse. Tengo mi buena cantidad de defectos. Soy pasional. Pero en mi jardín hace décadas que no cultivo el odio; el odio termina idiotizando porque nos hace perder objetividad frente a las cosas…
…El odio es ciego; también el amor es ciego pero es creador mientras el odio destruye. La confrontación en política que tiende a que todo esté en blanco y negro no sirve. Debe haber un nosotros por encima de todo, que es el país. Ser senador significa hablar con la gente y andar por todos lados. El partido se juega en la cancha y no en los despachos. A mí me está echando la pandemia, la vejez y la enfermedad; pero también hay que darles oportunidad a las nuevas generaciones”. En la misma sesión se despedía también como senador el ex presidente Julio Maria Sanguinetti su adversario político; ambos se abrazaron en un claro mensaje de conciliación y reafirmación democrática. Mujica les dejó a los jóvenes este consejo: “Triunfar en la vida no es ganar; es levantarse y volver a empezar de nuevo”. Y una advertencia: “En la sociedad moderna está el peso de la cultura consumista. Hay una ansiedad que confunde ser con tener. Un mayor nivel de vida precisa cosas y cuando las tienes precisa más. No queda tiempo después para cultivar los afectos y darle tiempo a cosas valiosas que no son de mercado”.
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